Enfermedades, bacterias y migraciones, principales efectos de un proceso difícilmente controlable
En el verano
de 2014, uno de los más cálidos en lo que va de siglo, se produjeron casi un centenar de infecciones por bacterias del género vibrio, entre las que está la causante del cólera, en las costas de Suecia y
Finlandia. Algunos de los casos se dieron a apenas 160 kilómetros del Círculo
Polar Ártico. El clima está tan trastocado por el cambio climático que una
enfermedad asociada al trópico está emigrando tan al norte. La
emergencia de enfermedades y patógenos es solo una de
las consecuencias que tendrá el deshielo del Ártico para todos.
Bacterias en el mar y virus en la tierra. Aunque
el calentamiento sea global, hay regiones del planeta que se calientan más que
otras. En el ártico se produce un efecto denominado
amplificación ártica por el que el deshielo allí es más acusado que en otras
regiones heladas. La
explicación breve dice que la retirada del hieloen favor del agua reduce la capacidad de la región de rebotar la
radiación solar. Esto hace que se caliente aún más y retroalimente el deshielo,
lo que puede flanquear el paso a patógenos, algunos venidos del pasado.
Aunque no se las vea, las bacterias marinas son el principal componente
de la biomasa marina. Algunas especies, como las vibrio, que son patógenas. El
otro peligro viene de los hielos y el permafrost de las franjas norteñas de Siberia, Canadá y
Groenlandia que se están derritiendo. Investigadores del CSIC
encontraron en junio de 2015 ADN de virus hasta ahora desconocidos en lagos de
Svalbard. Dos meses después se daba a conocer el desentierro de un virus de
hacía 30.000 años atrapado en el hielo siberiano.
El oso híbrido. Hace 10 años, un extraño oso fue abatido en el norte de
Canadá. Era extraño por su apariencia y un análisis de ADN confirmó la
extrañeza. Se trataba de un ejemplar nacido de un oso pardo ogrizzly y un oso polar. Algún ingenioso lo bautizó como
grolar. El avistamiento de osos grolar no ha dejado de aumentar en estos años,
así como los encontronazos entre ambas especies. El deshielo del ártico está
empujando al polar tierra adentro y al grizzly cada vez más al norte. Pero el impacto ecológico
del deshielo está afectando a todo el ecosistema ártico. Desde el microscópico
plancton, que tiene que lidiar con el aumento de la temperatura y la acidez del
agua, hasta la migración anual de las ballenas.
¿Y el anticiclón de las Azores?
Aunque son muchos los factores que intervienen en el clima, la
mencionada amplificación ártica ha dibujado el escenario de un polo norte casi
sin hielo durante muchos meses en solo unas décadas. Esa agua es, por definición
más caliente que el hielo. Los científicos ya están investigando cómo afectará
esto a la circulación oceánica y las corrientes de aire asociadas que
determinan buena parte del clima en todo el planeta.
Un coste de billones de euros
Investigadores de la Universidad de Cambridge han estimado el impacto
económico que tendrá el deshielo no de todo el Ártico, sino
solo del permafrost, del hielo atrapado en las
tierras que rodean el Ártico. Para finales
de siglo, la cantidad extra de emisiones tendrá un impacto de más de 40
billones de euros.
Menos hielo, mas cambio climático.
Es la gran paradoja. El cambio climático derrite el hielo del Ártico y
esto retroalimenta al cambio climático. Un amplio informe de las Academias de
Ciencias de EE UU (de obligada lectura) sobre los impactos globales del
deshielo del Ártico de 2015 destacaba cómo la reducción del efecto albedo, la
liberación del metano y el carbono atrapados en el permafrost o la alteración
de la circulación oceánica intensificarán el calentamiento global. Y eso,
probablemente, acabe con el hielo que quede en el Ártico.
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