Trump convierte a Estados Unidos en un país paria, una
amenaza efectiva a la seguridad y la estabilidad de toda la humanidad
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado la decisión de
retirar a su país del acuerdo histórico sobre el cambio climático alcanzado en
París en el 2015, tras 25 años de negociaciones en el seno de la ONU. En ese
momento fue suscrito por 197 países.
“El
Acuerdo de París implica una redistribución de las riquezas de Estados Unidos
hacia el resto de los países del mundo… Estados Unidos cesará inmediatamente la
implementación de los compromisos asumidos en este acuerdo, incluyendo las
cargas financieras draconianas impuestas a este país” –Donald Trump 01
05 2017
El Acuerdo de
París tiene por objeto evitar
que el aumento en la temperatura superficial promedio del planeta supere los
2ºC para finales de siglo con respecto a la época pre-industrial. Establece
el compromiso colectivo de realizar todos los esfuerzos posibles para limitar
el aumento a 1,5ºC. Hasta el momento ha sido ratificado por 147 países,
responsables por el 80% de las emisiones.
En diciembre
2015 el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el acuerdo
de "un éxito monumental para la gente y para nuestro planeta",
porque representa un fundamento para "extinguir la pobreza,
apuntalar la paz y asegurar una vida sostenible para todos". A
juicio del antiguo máximo responsable del organismo, supone también un "punto
de inflexión" en los esfuerzos para "reducir las
amenazas relacionadas con el cambio climático". Trump banaliza todas estas
esperanzas.
Para finales
del 2016 el aumento en la temperatura superficial promedio era de 1.2°C,
mientras la concentración de CO2 en la atmósfera superaba las 403 partes por
millón. La posibilidad de limitar el aumento de temperatura a 1.5°C para
finales de siglo es un espejismo. Para evitar que el aumento en temperatura
supere los 2°C para finales de siglo la concentración de CO2 en la atmósfera no
debe superar las 450 ppm. Con un aumento en la concentración de 0.52%
interanual en la actualidad, este límite se superará en apenas 20 años.
“Si no
actuamos con determinación ante el calentamiento global, enfrentaremos
migraciones masivas, ciudades sumergidas, naciones desplazadas, destrucción de
fuentes de alimentos y conflictos provocados por la desesperanza... Debemos
superar la pobreza sin condenar a nuestros niños a un planeta más allá de su
capacidad para repararlo”.
- Barack
Obama, Asamblea General de la ONU, septiembre 2016.
Las
tendencias actuales conducen hacia un aumento en la temperatura superficial
promedio entre 3,7 y 4,8°C para finales de siglo en relación con la época
pre-industrial (IPCC 2014). Estas tendencias representan una emergencia
planetaria sin precedentes en la historia de la humanidad. Un aumento de 4°C no se ha
registrado desde mediados del Mioceno, hace 10 millones de años. Las tendencias actuales conducen a
la transformación del mundo que le dejamos a nuestros descendientes más
inmediatos en un planeta hostil y desconocido por la especie humana.
El Acuerdo de
Paris no es una panacea. En el caso poco probable de que todas las promesas
realizadas en París en diciembre del 2015 se cumpliesen a cabalidad, incluyendo
las de Estados Unidos, la humanidad quedaría encauzada en una ruta tendiente a
un aumento de temperatura promedio entre 3°C y 3,5°C.
“En el
período interglaciar Emiense, cuando la temperatura superficial promedio
aumentó 2°C sobre el promedio de la época preindustrial, el nivel del mar
oscilaba entre 5 y 9 metros sobre el nivel actual. El límite de los 2°C no garantiza
seguridad, pues provocaría un aumento en el nivel del mar de varios metros,
junto a numerosas otras consecuencias disruptivas para los ecosistemas y la
sociedad humana… Un aumento en la temperatura superficial promedio de 2°C sobre
el promedio de la época preindustrial es altamente peligroso”
- NASA,
Columbia University, Institut Laplace, Academia de Ciencias de China.
Atmos. Chem. Phys. Discuss., 15, 20059–20179, 2015.
Para evitar
que la concentración de CO2 en la atmósfera supere las 450 ppm para finales de
siglo, es necesario reducir sus emisiones en al menos un 50% para el 2050 y
eliminarlas para finales de siglo. Esto implica dejar bajo tierra al menos dos
tercios de las reservas probadas actuales de hidrocarburos.
“La
estabilización de la concentración de CO2 entre 400 y 450 ppm, frecuentemente
asociada a un aumento ‘aceptable’ de temperatura de 2°C, tiene una alta
probabilidad (68%) de provocar aumentos en el nivel del mar de más de 9 metros
sobre el actual. Para evitar aumentos significativos en el nivel del mar a
largo plazo, la concentración atmosférica de CO2 debe reducirse a niveles
similares a los de la época preindustrial: 280 ppm”.
- Academia
Nacional de la Ciencia de EUA - PNAS vol. 110 no. 4 2012.
En enero 2017
la NOAA (US National Oceanic and Atmospheric Administration) reportó que
el gobierno federal había elevado sus proyecciones sobre el aumento en el nivel
del mar a 8 metros para el 2100, lo que sumergiría bajo las aguas a múltiples
ciudades costeras alrededor del mundo, incluyendo ciudades norteamericanas como
New York, Boston, Miami (http://www.globalresearch.ca/ paris-climate-accord-doesnt-go -far-enough-but-trumps-pullout -will-endanger-life-on-earth/ 5592883).
En su informe
al congreso, titulado Implicaciones
a la Seguridad Nacional del Calentamiento global, 2015, el Pentágono
advierte que el calentamiento global es un “multiplicador de amenazas”
a la seguridad nacional de los Estados Unidos (2015May27 Ref ID: 8-6475571).
“El calentamiento global es una amenaza urgente y creciente a nuestra
seguridad nacional, contribuyendo al aumento en desastres naturales, el flujo
de refugiados y conflictos por recursos como el agua y los alimentos. Estos
impactos ya están ocurriendo, mientras que el alcance, la escala y la
intensidad de estos impactos aumentarán con el tiempo”
“El
calentamiento global tendrá múltiples efectos sobre la seguridad nacional de
los Estados Unidos en el futuro previsible. Agravará problemas ya existentes,
tales como la pobreza, las tensiones sociales, la degradación ambiental y la
ineficiencia de los liderazgos. Amenazará la estabilidad domésticas de
múltiples países”.
El retiro de
Estados Unidos del acuerdo implica que evadirá las gigantescas responsabilidades
que le corresponden por ser el país con las mayores emisiones acumuladas en la
atmósfera en los últimos 100 años. Implica además que continuará contaminando
la atmósfera global en proporciones exageradas con respecto a su población,
acaparando abusivamente el diminuto cupo atmosférico disponible para impulsar
el desarrollo de toda la humanidad.
Estados Unidos, con sólo el 4% de la población mundial, es responsable
por el 26% de las emisiones de CO2 acumuladas en la atmósfera entre 1900 y el
2014. Los países industrializados, con el 18% de la población actual, son
responsables por el 72% de las emisiones de CO2 acumuladas en la atmósfera en
ese mismo período.
La amenaza
climática que se cierne en la actualidad sobre toda la humanidad, especialmente
sobre la mayoría empobrecida, es responsabilidad principalmente de una minoría
privilegiada de la población mundial, mas rica y tecnológicamente mas avanzada,
pero que se niega a asumir tales responsabilidades. La decisión tomada por
Trump es una vergonzosa traición no sólo contra el resto de la humanidad, sino
contra los intereses de generaciones futuras.
La
"Farsa china"
Durante su
campaña electoral, Trump se comprometió a retirar a EE.UU. del acuerdo de
París porque, en su opinión, es perjudicial para la
economía estadounidense. Además, proclamó en repetidas ocasiones que el
cambio climático era una "farsa china".
“Durante
mi administración alcanzaremos una independencia energética total. Completa.
Imagínense un mundo en el que nuestros enemigos no puedan utilizar la energía
como un arma. Ocurrirá. Vamos a ganar". Prometió aumentar la
producción de carbón, petróleo y gas para alcanzar esta meta (https://www.theguardian.com/e nvironment/2016/nov/11/trump-p residency-a-disaster-for-the-p lanet-climate-change)
Irónicamente,
en Diciembre del 2009 Donald Trump suscribió una comunicación dirigida a Barack
Obama, publicada en una página completa del New
York Times, en la que un grupo de empresarios exigía acciones efectivas
para combatir el calentamiento global: “Permita por favor que los Estados
Unidos sirva como modelo del cambio necesario para proteger a la humanidad y al
planeta. Si no actuamos ahora, es científicamente irrefutable que se
precipitarán consecuencias irreversibles y catastróficas para la humanidad y
para nuestro planeta” (http://grist.org/politics/don ald-trump-climate-action-new- york-times/)
Al llegar a
la Presidencia de EUA, Trump eligió como director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a Scott Pruitt, un escéptico del
cambio climático que había demandado judicialmente en 14 ocasiones a la
institución que ahora dirige. Pruitt sostenía que la EPA era una agencia
contraria a los intereses económicos de los Estados Unidos, por lo que debía
ser eliminada.
Travis
Fisher, del Departamento de
Energía, escribió un informe en el que destaca que “la política de
energía limpia es la amenaza mas grande a la red eléctrica nacional, superior a
las amenazas de los ciber-ataques, el terrorismo y los eventos climáticos
extremos”. Según Fisher la energía eléctrica solar y la eólica no son
confiables. Fisher ha sido encargado por el nuevo secretario de energía, Rick
Perry, para realizar un diagnóstico de la confiabilidad de la red eléctrica
nacional. Se espera que concluya en un ataque a las energías renovables y un
impulso al carbón y a la energía nuclear (https://www.desmogblog.com/20 17/05/31/meet-man-who-said-cle an-energy-policies-are-greates t-threat-to-power-grid).
Por su parte Rex Tillerson, Secretario de
Estado, durante su interpelación en el Congreso previo a su confirmación en el
cargo, sostuvo que EUA debería mantenerse en el Acuerdo de París.
Un grupo de
senadores republicanos divulgó una comunicación enviada a Trump el 25 de Mayo
2017 en la que solicitan el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de Paris.
Enfatizan la incongruencia entre los compromisos asumidos en este acuerdo y la decisión
de eliminar el Plan de Energía
Limpia (Clean Power Plan)
impulsado por el gobierno de Obama. Señalan que este plan es sólo una carga
regulatoria que le impide al sector empresarial generar empleos y desarrollar
la economía. “Ud. le ha girado instrucciones a la Agencia de Protección
Ambiental para que desmantele el Plan de Energía Limpia. Una de las órdenes
ejecutivas mas importantes que Ud. ha firmado es la EO 13783, para promover la
independencia energética y el crecimiento económico… Es necesario tomar medidas
para asegurar que estos objetivos se cumplan”.
El Plan de Energía Limpia fue aprobado por Obama en Agosto 2015
con el objeto de reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto
invernadero provenientes de las plantas de generación eléctrica en un 32% para
el 2030 en relación con las del 2005. Se enfoca en la reducción de las
emisiones de CO2 provenientes de las plantas termoeléctricas que consumen
carbón mineral y en el aumento de la generación de electricidad a partir del
gas natural y fuentes renovables.
Según la EIA
(Energy Information Administration), el consumo de carbón en plantas
termoeléctricas emitía 1.364 millones de toneladas métricas de CO2 por año en
el 2015, el 71% de todas las emisiones de CO2 provenientes del sector
eléctrico. Con la migración a energía eólica, por ejemplo, las emisiones se
reducirían significativamente, reduciendo al mismo tiempo los costos de
generación. La migración a gas natural produjo efectos similares, haciendo
económicamente inviable la generación de electricidad a partir de la combustión
de carbón mineral en docenas de plantas alrededor del país. El uso de gas no
sólo es mas económico, sino que reduce las emisiones de CO2 a la mitad en
comparación con el uso de carbón mineral por unidad de electricidad generada.
En la cumbre
de los países del G7 celebrada en Mayo 26-27, 2017 en Sicilia, por primera vez
no fue posible una declaración conjunta sobre el tema. Estados Unidos insistió
en que se encontraba "en proceso de revisión de su política en el
ámbito del cambio climático y del Acuerdo de París", según el
comunicado final. Los otros seis países confirmaron los compromisos
asumidos en este acuerdo: Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y
Canadá.
Por su
parte, China y la Unión Europea han reafirmado el cumplimiento de sus
respectivas obligaciones. En un comunicado conjunto señalan: “El
calentamiento global es un asunto de seguridad nacional y un factor
multiplicador de fragilidad social y política. La Unión Europea y China
consideran que el Acuerdo de París es un logro histórico que acelera el
irreversible giro global hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de
efecto invernadero… El Acuerdo de Paris es una demostración de que, con
determinación política compartida y confianza mutua, el multilateralismo puede
tener éxito en la construcción de soluciones efectivas a los mas críticos
problemas de la actualidad. China y la Unión Europea subrayan su compromiso al
mas alto nivel político para la efectiva implementación del Acuerdo de Paris in
todos sus aspectos”
Rusia también
ha confirmado que mantiene los compromisos asumidos en Paris, reconociendo que
el acuerdo se verá debilitado con el abandono de los Estados Unidos. “Es
evidente que la efectividad de la convención se reducirá sin la presencia de
actores claves” (BBC http://www.bbc.com/ news/world-asia-40118690).
La decisión
de Trump para abandonar el acuerdo ha desatado la indignación tanto en la
comunidad científica como en la población de EE.UU. A finales de abril, miles
de personas de todo el país marcharon a favor del medio ambiente y contra Trump
bajo los lemas "No tenemos un planeta B", "El cambio
climático es real" o "No hay trabajo en un planeta muerto".
Un amplio
rango de empresas norteamericanas se opone a la decisión de Trump, incluyendo a
Apple, Facebook, Google, LeviStrauss, Unilever, DuPont, eBay, Nike. Un
comunicado suscrito por 1.000 empresas señala: “Si fallamos en la
construcción de una economía baja en emisiones de carbono pondremos en peligro
la prosperidad americana” (Guardian 010517)
Al sacar a
EUA del pacto, Trump no solo se desprende del legado de su predecesor, Barack
Obama. También lanza una clara señal al resto del mundo acerca de que EUA no
considera el cambio climático como una prioridad. Otros países seguirán su
vergonzoso ejemplo, con el argumento de que no podrían competir económicamente
en el mercado internacional con un país con ilimitadas emisiones de gases de
efecto invernadero. Algo similar ocurrió cuando Estados Unidos se retiró del
Protocolo de Kioto en el 2001, con la llegada a la presidencia de George Bush
Jr. La decisión fue seguida por Canadá, Australia y Japón entre otros.
Durante las
negociaciones que condujeron al Acuerdo de París, la delegación norteamericana
ya había contribuido al significativo debilitamiento del acuerdo al insistir en
que:
a) no fuese
jurídicamente vinculante;
b) que se
excluyera de su texto la obligación de los países industrializados de canalizar
al menos 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para el
financiamiento de actividades de mitigación y adaptación al calentamiento
global;
c) que se
excluyera toda referencia a las responsabilidades por las emisiones acumuladas
en la atmósfera desde la época pre-industrial hasta el 2015 emitidas por cada
país.
d) que se
excluyera toda referencia a la obligación de transferir recursos financieros y
tecnológicos de los países industrializados a los países en desarrollo, en
condiciones preferenciales, para asistir en las actividades de mitigación de
emisiones y la adaptación al calentamiento global en el mundo en desarrollo.
Los
burócratas negociadores en París finalmente cedieron ante estas exigencias. El
compromiso de los 100.000 millones de dólares anuales fue efectivamente
excluido del Acuerdo de Paris. Quedó registrado sólo como una “intención”
en las actas de laConferencia de las Partes COP-21. (Fraude en Paris.
Enero 2016)
El secretario
general de la ONU, António Guterres, ha aseverado que el abandono del
acuerdo podría socavar la seguridad nacional y la economía de EE.UU. Además,
advirtió de que si un país decide dejar un vacío, alguien más lo ocupará. “El
Acuerdo de Paris es esencial para nuestro futuro común. Es importante que la
sociedad norteamericana y el mundo empresaria se movilice para preservar el
Acuerdo de Paris como garantía de un futuro para nuestros hijos y nietos”
Al retirase
del Acuerdo de París, el presidente Trump convierte a Estados Unidos en un país
paria, en una amenaza efectiva a la seguridad y la estabilidad de toda la
humanidad.
“El
lider mas poderoso del mundo esta amenazando la seguridad de todo el planeta”,
señala el premio Nobel de economía Paul Krugman en el New York Times del 29 05
2017. “Quizás sea removido de la escena antes de que el daño sea
irreparable”.
Michael
Oppenheimer, profesor de geo-ciencia en la Universidad de Princeton y miembro
del Panel Intergubernamental
de Expertos en Cambio Climático destacó:“Ahora
es mucho mas probable que rebasemos el peligroso límite de los 3.6°C, un
aumento en la temperatura superficial promedio con condiciones extremas
irrevocables. No es el mundo en que queramos vivir” (NYT may 31 2017).
El
astrofísico Neil deGrasse Tyson declaró con sarcasmo: “Si mis asesores y
yo nunca hubiésemos aprendido lo que es la ciencia y como funciona, seguramente
que también habríamos considerado retirarnos del Acuerdo de Paris”
(@neiltyson 31 05 2017)
Kevin
Trenberth, del Centro Nacional
para la Investigación Atmosférica de
los Estados Unidos (US National Center for Atmospheric Research) declaró
con anticipación: “Es un desastre para el planeta” (The
Guardian 111116)
Julio César
Centeno
Junio 01 2017
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