La ecología social es una visión radical de la ecología
La
ecología social es, en las palabras de sus más importantes exponentes "una
crítica radical y coherente del actual manejo social, político y
antiecológico" así como "una aproximación reconstructiva, ecológica,
comunitaria y ética hacia la sociedad".
La
ecología social es una visión radical de la ecología y de los sistemas
socio-políticos.
Los
ecologistas sociales piensan que la crisis ecológica presente es producto del
capitalismo. Piensan que no es el número de personas sino la forma en que las
personas se relacionan con otras lo que produce las crisis económicas, sociales
y ecológicas que el mundo atravisea actualmente. La sobreproducción, el
productivismo y el consumismo son los síntomas, no las causas, de un asunto más
profundo alrededor de las relaciones éticas.
La
ecología social tiene una importante influencia tanto en el ecoanarquismo como
en el ecologismo marxista. La ecología social es relacionada con las ideas y
los trabajos de Murray Bookchin, quien ha escrito sobre asuntos ecológicos desde
los años 1950s y desde los 1960s ha relacionado y combinado estos temas con las
del anarquismo societario. Sus trabajos incluyen Post-Scarcity Anarchism, Toward
an Ecological Society, The Ecology of Freedom y varios más.
La
ecología social localiza los orígenes de la crisis ecológica específicamente en
las relaciones de dominación entre las personas. La dominación sobre la
naturaleza es vista como un producto de la dominación dentro de la sociedad,
aunque esta dominación solo eleva las proporciones de la crisis bajo el
capitalismo.
"Pero
sigo sin comprender la diferencia entre anarquismo y ecología social ¿Existe
realmente una diferencia? -Se le puede atribuir a la expresión ecología social
significaciones bien diferentes. No existe realmente una diferencia entre el
anarquismo y la ecología social.
Considero
a esta última como una tentativa de ampliar el horizonte del anarquismo. No veo
una oposición entre ambos; pienso que la ecología social es una extensión del
anarquismo hacia una esfera más amplia de intereses humanos, en este período de
descomposición de las clases sociales. [...] En el período de descomposición en
el que vivimos, el anarquismo debe reconocer que el capitalismo produjo nuevas
transformaciones. Las nuevas preocupaciones que generan esos cambios no se
corresponden más con la división entre clases tradicionales. Se trata de
preocupaciones relativas a la guerra, la paz, el medio ambiente, las nuevas
tecnologías, nuevas instituciones, la reducción del poder de las personas
frente al crecimiento del poder del Estado y de los monopolios transnacionales.
La ecología social trata de expresar ese nuevo horizonte y desarrollar esos
intereses por las cuestiones generales y darles una coherencia teórica y una
significación programática, práctica y política".
Murray Bookchin
24/04/2008
Entrevista
a Murray Bookchin
http://es.scribd.com/people/view/3502992-jorge
“Compilación
de escritos” de Murray Bookchin
Nosotros los
verdes, nosotros los anarquistas
Murray
Bookchin
Hoy en día nuestra relación con el mundo natural está atravesando
una fase crítica que no tiene precedente en la historia de la especie humana. Recientes
estudios sobre el 'Efecto Invernadero' conducidos en los
Estados Unidos, demuestran que tenemos que encontrar desde
ahora la manera de hacer disminuir el porcentaje de monóxido de carbono
presente en la atmósfera en la cual vivimos. En caso
contrario, no solamente se presentarán graves mutaciones
químicas, sino que la misma sobrevivencia de la especie humana estará en grave
peligro.
No se trata nada más de un problema de contaminación por los
venenos con los cuales nos alimentamos. La alteración de los grandes ciclos geoquímicos podría
poner fin a la vida humana sobre este planeta. Por mi
parte estoy consciente de la necesidad de reaccionar inmediatamente
para contrarrestar los procesos que están dañando la tierra. Soy totalmente
solidario de muchos de los grupos ambientalistas, y en los
últimos 30 años he estado involucrado cotidianamente en
actividades para la defensa del ambiente: contra las centrales nucleares, contra la construcción de nuevas carreteras, contra la
destrucción del suelo y el uso incontrolado de
pesticidas y de biocidas, y por la promoción del reciclaje y de un crecimiento
cualitativo y no sólo cuantitativo.
Estos problemas ambientales me han preocupado por años y por
décadas, tanto como hoy en día me siguen preocupando. Estoy de acuerdo con ustedes sobre la
necesidad de bloquear los reactores nucleares y de poner
fin a la contaminación de la atmósfera, de las tierras agrícolas, de los cultivos, o sea de liberarnos de los venenos que se están
difundiendo sobre todo el planeta y que ponen en peligro
a nuestra especie y a toda la vida. Comparto con ustedes todo esto, pero me gustaría que fuéramos un poquito más allá con nuestros
planteamientos.
De hecho pienso que es esencial el empujar siempre más allá de
nuestro cuestionamiento, porque no podemos seguir poniendo más parches aquí y allá que no
resuelvan los verdaderos problemas. Posiblemente
logremos un día hacer cerrar una fábrica que inquina la atmósfera. Pero al final, ¿qué logramos?: una nueva central nuclear. Vivimos en
un mundo basado en el intercambio de contrapartidas, y
nos seguimos comportando de acuerdo a esas leyes. Definitivamente,
pasando de un mal mayor a un mal menor y de un mal a otro mal, seguimos empeorando la situación general.
No se trata sólo de una cuestión de plantas para la producción de energía, por más importantes que
éstas sean; ni tampoco el problema de los gases
contaminantes; tampoco el problema está en los daños que causamos a la
agricultura, o el congestionamiento y la contaminación
de los centros urbanos.
El problema es otro más grave: estamos simplificando el planeta.
Estamos disolviendo los ecosistemas que se formaron en millares de años. Estamos destruyendo
las cadenas alimenticias. Estamos rompiendo las ligas
naturales y llevando al reloj evolutivo a un atraso de millones
de años en el tiempo, a las épocas en las que el mundo era mucho más simple y
no se encontraba en la posibilidad de sostener la vida
humana.
Una visión del mundo más coherente
“Compilación
de escritos” de Murray Bookchin
No
se trata nada más de tecnología, aún si el control tecnológico es muy
importante. Es claro que necesitamos una
tecnología nueva. Necesitamos una tecnología basada en la energía solar y en la eólica, y necesitamos nuevas
formas de agricultura. Sobre esto, no hay dudas, estamos todos de acuerdo. Pero existen problemas
de fondo mucho más graves que aquellos creados por la
tecnología y el desarrollo moderno. Tenemos que buscarlos en las raíces mismas del desarrollo. Y primero que nada tenemos que buscarlos en
los orígenes de una economía basada sobre el concepto de
'crecimiento': la economía de mercado; una economía que
promueve la competencia y no la colaboración, que se basa en la explotación y
no en el vivir en armonía. Y cuando digo vivir en
armonía entiendo no solamente el hacerlo con la naturaleza,
sino entre la misma gente.
Tenemos que empujar hacia la construcción de una sociedad
ecológica que cambie completamente, que transforme radicalmente nuestras relaciones
básicas. Mientras que vivamos en una sociedad que marcha
hacia la conquista, al poder, fundada en la jerarquía y en
la dominación, no haremos nada más que empeorar el problema ecológico, independientemente de las concesiones y pequeñas victorias que
logremos ganar. Por ejemplo, en California, nos han
donado algunas hectáreas de árboles, y luego han talado bosques
completos. En Europa están haciendo la misma cosa.
Prometen acabar con las lluvias ácidas, y las lluvias ácidas
siguen cayendo. Deciden poner en el mercado alimentos naturales, no contaminados por los pesticidas, y
efectivamente el porcentaje de veneno disminuye, pero lo
poco que queda está constituido por los venenos más peligrosos
para el organismo.
Nuestro problema no es solamente de mejorar el ambiente, o de
parar las centrales nucleares, de bloquear la construcción de nuevas carreteras, o la construcción,
expansión y sobrepoblación en las ciudades, la
contaminación del aire, del agua y de los alimentos. La cuestión
que tenemos que enfrentar es mucho más profunda.
Tenemos que llegar a una visión del mundo mucho más coherente. No
tenemos que ponernos a proteger los pájaros olvidándonos de las centrales nucleares, y
tampoco luchar contra las centrales nucleares
olvidándonos de los pájaros y de la agricultura. Tenemos que llegar a comprender los mecanismos sociales y hacerlo de una manera coherente.
Tenemos que enfocarlos en una visión coherente, una lógica que
prevé a largo plazo una transformación radical de la sociedad y de nuestra misma
sensibilidad. Hasta que esta transformación radical no
empiece, lograremos cosas pequeñas, de poca importancia. Venceremos algunas batallas pero perderemos la guerra, mejoraremos
algo, pero no obtendremos ninguna victoria. Hoy en día
vivimos el momento culminante de una crisis ambiental
que amenaza nuestra misma sobrevivencia, tenemos que avanzar hacia una transformación radical, basada en una visión coherente que englobe
todos los problemas. Las causas de la crisis tienen que
aparecer claras y lógicas de manera que todos -nosotros incluidos-
las podamos entender. En otras palabras, todos los problemas ecológicos y
ambientales son problemas sociales, que tienen que ver
fundamentalmente con una mentalidad y un sistema de
relaciones sociales basadas en la dominación y en las jerarquías. Estos son los problemas que nos ofrece hoy en día la gran difusión de
la cultura tecnológica.
¡Qué tienen que hacer entonces los Verdes? Primero que todo
tenemos que clarificarnos las ideas. Tenemos que evidenciar las relaciones existentes entre los
problemas ecológicos y los problemas sociales.
Coincido plenamente con los planteamientos del amigo Murray.
ResponderBorrarAquí dejo una propuesta en ese sentido en la que estoy trabajando, la cual espero les sea de alguna utilidad:
OTRA MANERA DE SALVAR AL MUNDO
Si eres administrador o visitante de este sitio, posiblemente te encuentras entre quienes, por vocación, se ocupan de buscar soluciones a los problemas ambientales y sociales de nuestras comunidades. Tal vez escribes o haces películas sobre el tema, o participas en algún proyecto o grupo de presión u opinión. Tu labor es fundamental para la difusión de ideas y la toma de decisiones. No obstante todas esas buenas acciones, el deterioro del ecosistema y la conflictividad humana siguen aumentando peligrosamente. Nosotros queremos dar nuestro aporte con una idea novedosa que pensamos pudiera contribuir a acelerar la implementación de cambios esenciales para prevenir el colapso de la humanidad, científicamente pronosticado.
Se trata de diseñar una ciudad ideal, la cual posea todas las características de infraestructura y organización correspondientes a la sociedad sostenible que deseamos para nosotros y nuestros descendientes. Esta urbe, presentada en forma de maquetas, series animadas, largometrajes, video juegos y parques temáticos a escala real, serviría de modelo a seguir para generar cambios positivos en nuestros asentamientos humanos a escala global.
Creemos que es indispensable dar más importancia a la presentación de modelos perceptibles por los sentidos, lo cual puede generar un impacto mucho mayor que la teoría por sí sola.
Te advertimos que el modelo de sociedad que tenemos en mente difiere radicalmente, en algunos aspectos cruciales, del tipo de organización humana al que nos hemos acostumbrado durante siglos, pero estamos seguros de que solo cortando de raíz unas cuantas malas costumbres instauradas a fuerza de la manipulación de sectores económicos, religiosos y políticos, podríamos tener alguna esperanza de futuro.
Si te interesa este proyecto, te esperamos en nuestro sitio web https://elmundofelizdelfuturo.blogspot.com/
donde estamos trabajando en ese sentido.
Atentamente, César Emilio Valdivieso París