“No se le puede achacar a ‘El Niño’ la emergencia que atravesamos – se conoce desde hace 10-15 años, presentándose, últimamente, en 2009, en 2011 -, sino a la falta de previsión. Ese es un fenómeno recurrente, que se repite con regularidad, ante el cual el país debería estar debidamente preparado. En ciertas regiones de América Latina provoca sequías, lo que ocurre aquí, e inundaciones en otras (costa del Pacífico)”, manifestó, recordando que, verbigracia global, en un país desértico como Arabia Saudita no se confrontan dificultades con la cantidad y calidad del agua, por abordar de manera eficiente su realidad.
“Para muestra de lo que el Ejecutivo de Miraflores ha desplegado en la materia basta con saber que el sistema Tuy IV – que surte al Área Metropolitana de Caracas – se encuentra paralizado desde el 2004. Entonces, estamos hablando de situaciones que han tenido que planificarse con los años, tomando en cuenta que la población crece, las épocas de lluvias y de sequías, junto con el mantenimiento que corresponde ofrecer a las obras ya erigidas por no referirnos a la falta de construcción de nuevos reservorios”, dijo la diplomada.
Las consideraciones de la profesional, quien cumplió funciones gerenciales en la formación de las corporaciones hidrológicas, además de asesoría en el Banco Interamericano de Desarrollo, coinciden con la adopción por parte de la Asamblea Nacional de un acuerdo unánime para evaluar el problema del agua, así como del inicio de las labores pertinentes e inmediatas de las comisiones parlamentarias de Administración y Servicios y de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático abocadas al caso.
Contra la aridez
“¿Cómo es posible que el titular de Ecosocialismo y Aguas venga a estas alturas a anunciar un programa de control de fugas de tuberías?”, se pregunta, calificando las postergaciones en el desarrollo de las directrices respectivas a factores políticos más que técnicos.
“En las leyes del presupuesto, las asignaciones para el sector hidrológico de los años 2004-2005 fueron frenadas, y en las memorias y cuentas de los despachos ministeriales las cifras de ejecución son bajísimas: apenas, 30-35 % de las partidas financieras. Sin embargo, en el 2007, vía ministerio del Ambiente, fueron aprobados fondos para hacer pozos en Managua, la capital nicaragüense, con una eficiencia del 99 % de ejecución”, comparó.
Reiteró su planteamiento de descentralización del servicio. “Mientras se tomen las decisiones en Caracas las regiones no resolverán sus problemas. ¿Quién mejor que un alcalde, que tiene los vecinos al lado, para mejorarlo?”, sugirió.
“Las verdaderas soluciones de peso, no ‘pañitos calientes’ como estos recientes del control de fugas y recuperación de pozos, radican en continuar con el levantamiento de las instalaciones hidráulicas paralizadas por esta administración, y la debida preparación para asumir los efectos de la naturaleza, porque con ella hay que saber convivir”, puntualizó.
Cauce parlamentario
Por su parte, el diputado de la Unidad Democrática, Ylidio Abreu (Carabobo), afirmó, al presentar esta semana el Acuerdo sobre Problemática del Agua, instrumento que luego contaría con el aval de la plenaria, que el trascendente asunto ha derivado en una crisis de salud pública
“En 40 años se construyeron 83 embalses, mientras que en estos 17 años apenas se ha contruido uno y reparado otro”, dijo, cotejando la gestión republicana que abarcó desde la caída de la etapa perezjimenista hasta el advenimiento del sistema administrativo instaurado por Hugo Chávez, y de allí al presente, bajo el mandato de Nicolás Maduro.
“Este gobierno ha hecho poco o nada en el asunto no solo en infraestructura sino también en el asumir la situación derivada de los cambios climáticos, el crecimiento de la población – 6 millones y medio más de habitantes durante la última década – y el mantenimiento correspondiente”, enfatizó.
Citando el caso de la entidad que representa en su curul, indicó que tanto la represa de Canoabo como sus afluentes se han secado literalmente, y en ello ejerce efecto, asimismo, la tala y la quema de las zonas protectoras. Recordó que las vaguadas del año 2009 afectaron el trasvase del río Tamerla, pero no fue sino hasta finales de 2015 cuando se destinaron los recursos necesarios para su recuperación.
El legislador también destacó la falta de uso de la planta desalinizadora de Plantacentro, que sería de utilidad para las comunidades de la costa carabobeña, y la contaminación – plomo, aluminio, exceso de cloro -, que caracteriza al embalse Pao-Cachinche, que abastece además a Aragua y Cojedes, alertando sobre los padecimientos gastrointestinales, dérmicos y oculares generados entre los consumidores.
Y mientras la ciudadanía aguarda por fórmulas que permitan superar el caos, la comisión de Administración y Servicios que encabeza el diputado Stalin González, garantizó que se cumplirá con la función contralora, inspeccionando a la brevedad, en lo específico, las obras generadoras del servicio público hídrico, y las causas por las cuales no se ejecutaron mejoras en los embalses y acueductos.
Prensa Unidad Venezuela / VIC
Dom, 24/01/2016 - 13:00
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