Hace 6
años, entre el 7 y 18 de diciembre de 2009, se realizó en Copenhague la XV
Conferencia de las partes (países) asociada, como mecanismo institucional, a la
convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC) del
13 de junio de 1992 en Río de Janeiro, con el fin de implementar el famoso y
agonizante Protocolo de Kyoto (Japón).
En aquella oportunidad el perfil
histriónico, demagógico y manipulador de Chávez, quien asistió a esta
conferencia como jefe de estado, se dejó sentir cuando declaró:
“No cambiemos
el clima ¡Cambiemos el sistema! Esta frase, que no es original de él sino
que la plagia, connota confusión, falsedad, tal cual como aquella que
dice:"¿de qué color es el caballo blanco de Bolívar?" [el blanco no es
ningún color (Ni lo uno ni lo otro... El Nacional, 01-10-2011)].
En
primer lugar, como está suficientemente comprobado, el clima (que no es
estático), a escala macro, ha cambiado, cambia y siempre cambiará, para bien o
para mal, independientemente de lo que haga la humanidad. En segundo lugar, la
solución al problema de lo que se ha llegado a llamar el "re-calentamiento
global", no es cuestión de cambiar el sistema del capitalista por el
socialista puesto que ambos contaminan el ambiente; es más, el socialista es
más sucio y peor que el capitalista, como nos los explica el libro Entropía
- Hacia el Mundo Invernadero de Jeremy Rifkin y Ted Howard (Urano,
1990).
Así, para la opinión pública, Chávez aparecía como el paladín de la
lucha contra el cambio climático cuando en realidad solo era un embaucador
aprovechándose de la ignorancia de la gente [él sólo quería robarse el show
como lo hizo en la ONU al decir que el diablo había estado ahí por lo que
sentía el olor a azufre (¿sólo el de Bush, el de él mismo, o ambos?); no por
casualidad el rey Juan Carlos le mandó a callar la boca para después ir a
visitarlo a España en actitud claramente aduladora y humillante]. Pero
independientemente de quien sea el jefe de estado venezolano, el presidente de
Venezuela debe y tiene que entender que nuestro país, internacionalmente
hablando, tiene un "rabo de paja" ambiental y climatológico, es
decir, es una nación altamente contaminante de la atmósfera global por ser un
país muy importante en la producción y exportación de la materia prima con la
que se producen combustibles fósiles y cuya quema origina gases de invernadero
que van a parar o al aire, desde EE.UU. o China, por decir los más.
En
contradicción con lo establecido por el chavismo en la "propuesta del
candidato de la patria Comandante Hugo Chávez para la gestión bolivariana
socialista 2013-2019" cuyo Objetivo Nacional 5.4 (p. 38), titulado (al
propio estilo de las comiquitas Pinky y Cerebro) "Contribuir a
la conformación de un gran movimiento mundial para contener las causas y reparar
los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo
capitalista depredador", Venezuela no tiene basamento ético ni moral para
asumir tal rol porque en el fondo, por imperiosa necesidad, es un país
profundamente contaminador a escala mundial, y esto lo calla el gobierno de
Maduro que poco debe entender de estas cosas.
Un grupo de investigadores de la
Universidad Concordia en Canadá (Montreal), encabezado por H. Damon Matthews,
en trabajo publicado en Environmental Research Letters (Vol.
9, 2014, 9 pp.), estimó que Venezuela está dentro de los veinte primeros países
que más ha contribuido al aumento de la temperatura global que llega ya a los
0.571 ºC, ocupando el puesto número dieciocho después de Nigeria y antes de
Australia y los Países Bajos. Los cinco primeros puestos lo ocupan Estados
Unidos, China, Rusia, Brasil e India, respectivamente. De este 0.571 ºC en el
aumento de la temperatura global, Venezuela ha contribuido con un 0.007 ºC,
repartido entre 0.002 ºC debido al CO2 por quema de combustible fósil, 0.002 ºC
por CO2 debido al uso de la tierra, y 0.003 ºC debido a gases de invernadero
diferentes al CO2.
Notemos que estamos hablando de la temperatura global de la
Tierra que es una temperatura climática proveniente de un promedio sobre todo
el globo terráqueo, que no se mide con un termómetro (ver Gran confusión
climática, El Nacional, 09-02-2011). Estos resultados se explican por el
consumo de combustible fósil en el exterior de origen venezolano.
Frente esta
situación, Venezuela se hace "la loca" en las conferencias de las
partes del CMNUCC, como lo demostró Chávez cuando no dijo nada ni siquiera hizo
referencia en la cumbre climática de Copenhague a esta condición que, triste y
desafortunadamente, le ha tocado a Venezuela asumir. Los principales países
exportadores de petróleo son los mayores emisores por habitante de gases con
efecto invernadero, una realidad que hasta ahora no parecen querer o poder
cambiar. Así, y remitiéndonos al trabajo científico arriba citado, Venezuela ocupa
el décimo lugar en la culpabilidad del calentamiento global generado por el
consumo de 250 millones de personas, en todo el mundo, de derivados del
petróleo venezolano.
¿Cuál es la situación ahora en la XVI conferencia de París
2015? Según Patrick Criqui, economista especialista en energía, "Venezuela,
Nigeria y Angola no han publicado hasta la fecha ningún compromiso. Y Rusia,
importante emisor de gases, anuncia simplemente un objetivo de mantener sus
emisiones en su nivel actual. La fuerte dependencia de los ingresos
petroleros explica esa renuencia.Para Venezuela representa el
96% de las exportaciones del país y más de la mitad del producto interior bruto
(PIB), mientras que Nigeria obtiene el 70% de sus ingresos del oro negro".
Para la fundación francesa Nicolás Hulot (FNH), en un análisis de los
compromisos nacionales publicados por cerca de 180 países antes del inicio de
la conferencia internacional sobre el clima de París (COP21), considera que
“globalmente, los países productores se comprometen a lo mínimo, por no decir a
nada en absoluto”. Francis Perrin, presidente de estrategias y políticas
energéticas, ante la presión mundial, algunos de esos países han suavizado sus
posturas, aunque en el fondo saben que tienen la llave de los hidrocarburos “consumidos
por el mundo entero”, etc.
Recordando lo que siempre le decía el empleado
Navarrete a la secretaria Sabrinita, en uno de los sketch cómicos del programa A
que te ríes de Venevisión,... Venezuela (según el gobierno chavista),
es una tremenda impoluta socialista cuando; en realidad, es todo lo contrario,
o sea, "boliburguesa" (Gucci, Rolex, Vitorinox, Louis Vuiton,
etc.) y neo-capitalista de estado. No me extrañaría, entonces, que
Maduro, recordando a Chávez, a quien le prometió "ni un milímetro de
segundo...", declare (una vez más) que es el imperio capitalista (y no el
chino) el primer culpable del cambio climático (y no los países productores de
petróleo), cuento chino que a mí no me va a meter (cual estúpido e ignorante),
así como otros tantos (e.g., guerra económica, saboteo eléctrico, el fenómeno
de El Niño culpable, supuestos intentos de magnicidios, los implicados
intelectuales en el asesinato del fiscal Danilo Anderson, el juicio y sentencia
en contra de Leopoldo López, invasión gringa, accidente del avión-caza Sukhoi,
etc.).
MARCOS A. PEÑALOZA-MURILLO1 DE DICIEMBRE 2015 - 12:01 AM EL NACIONAL
mpenaloza@ula.ve
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