sábado, 13 de febrero de 2016

El agua en el mundo - Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental



  • 50% es la proporción de la población del mundo en desarrollo que carece de acceso a instalaciones básicas de saneamiento (un total de 2 mil 600 millones de personas).
  • 1,100 millones de personas en el mundo carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua.
  • 4,000 menores de cinco años mueren todos los días solamente a causa de las enfermedades diarreicas.
  • La quinta parte más rica de la población en los países en desarrollo tiene cuatro veces más posibilidades de utilizar instalaciones mejoradas de saneamiento que la quinta parte más pobre de la población (y el doble de posibilidades de utilizar fuentes de agua mejoradas).
  • 44% de mujeres en las zonas rurales de África emplean 30 minutos o más para recolectar un solo cubo de agua con el fin de satisfacer las necesidades de sus familias.
  • 400 millones de escolares sufren una disminución de su capacidad de aprendizaje debido a infecciones de parásitos intestinales.
  • Cientos de millones de personas cuentan con fuentes de agua para beber inadecuada debido a contaminantes microbiológicos o químicos.
  • El 20 % de la población mundial utiliza 80% de los recursos naturales del planeta. Esto implica el despojo al 80% de la población de su porción justa de recursos, situación que conduce a la destrucción del planeta.
  • Para el año 2025, 817 millones de personas no contarán con suficiente agua.
  • La crisis del agua es la faceta más penetrante, aguda e invisible de la devastación ecológica de la Tierra. En 1998, 28 países experimentaron tensión o escasez hídrica. Se prevé que esta cifra aumente a 56 para el año 2025.  
  • Se calcula que el número de personas que viven en países sin suficiente agua aumentará de 131 millones en 1990 a 817 millones en 2025. 
  • La calidad del agua natural de los ríos, lagos, embalses y acuíferos depende de varios factores interrelacionados, tales como  la geología, el clima, la topografía, los procesos biológicos y el aprovechamiento del suelo.  Las fuentes de contaminación más frecuentes son los desechos humanos (cada día se arrojan 2 millones de toneladas de desechos a los cursos de agua), los residuos industriales, los productos químicos, los pesticidas y los fertilizantes agrícolas. 
  • Las fuentes más importantes de contaminación incluyen los coliformes fecales, las sustancias orgánicas industriales, la salinización, las sustancias acidificantes procedentes de los acuíferos mineros y de las emisiones atmosféricas, los metales pesados procedentes de la industria, el amoníaco, el fosfato, el nitrato y los residuos de pesticidas procedentes de la agricultura, los sedimentos en ríos, lagos y embalses resultado de la erosión inducida por el hombre.
  • Según Shiklomanov (2004), el volumen de aguas residuales generado por todos los continentes en el año 1995 fue superior a los mil 500 km3. Según estos cálculos, cada litro de agua residual contamina unos 8 litros de agua dulce, por lo que se estima que unos 12,000 km3 de recursos hídricos del planeta no están disponibles para su aprovechamiento. Si la contaminación sigue el mismo ritmo de crecimiento que la población, que se estima alcanzará los 9,000 millones de personas para 2050, el planeta perdería unos 18,000 km3 de recursos hídricos.
  • El volumen de sólidos en suspensión en los ríos de Asia se ha multiplicado por cuatro en las últimas tres décadas. Los ríos asiáticos tienen una demanda biológica de oxígeno (DBO) 1.4 veces superior al promedio mundial, así como una cantidad de bacterias procedentes de desechos humanos tres veces mayor al promedio mundial. Un estudio reciente (BGS y DPHE, 2001) indica que Bangladesh afronta actualmente la "intoxicación" (concentraciones de arsénico en el agua potable) más importante de la historia, que afecta a unos 35 a 77 millones de personas en un país de 130 millones de habitantes. Una cantidad excesiva de flúor en el agua potable también puede resultar tóxica. El blanqueamiento de dientes sucede en todas partes el mundo, pero los efectos discapacitantes en el esqueleto causados por la ingestión a largo plazo de grandes cantidades de flúor son graves por lo menos en ocho países, entre los cuales se encuentra China, donde 30 millones de personas padecen fluorosis crónica.
Fuentes: UNICEF y OMS.

Agua en África


Las estadísticas publicadas en la Evaluación Mundial del Abastecimiento de Agua y Saneamiento en 2000 por la OMS y la UNICEF señalan que en 43 grandes ciudades de África el 19% de la población no tiene acceso a ningún tipo de servicio. De estas poblaciones, sólo el 18% dispone de servicios higiénicos conectados a una red de alcantarillado, porcentaje muy bajo tal y como confirma un análisis de las Encuestas Demográficas y de Salud, que indica que sólo un 25% de la población urbana de África tiene acceso a servicios higiénicos conectados a una red de alcantarillado. Esta conclusión también está respaldada por las estadísticas sobre el porcentaje de hogares con conexión a la red de alcantarillado en las ciudades más grandes de los países africanos. En la mayoría de estas ciudades, menos del 10% de la población tiene acceso a este tipo de conexión mientras que en muchas otras, entre ellas Abiyán (Costa de Marfil), Addis Abeba (Etiopía), Asmara (Eritrea), Brazzaville (Congo), Cotonou (Benin), Kinshasa (Congo), Libreville (Gabón), Moroni (Comoros), N'Djamena (República de Chad), Ouagadougou (Burkina Faso), menos del 2% dispone de conexión.
En la década de los noventa, de 67 centros urbanos de 29 países de África (incluyendo a la mayoría de las ciudades más grandes del continente), 58% usaba el agua de ríos situados a una distancia de 25 o más kilómetros y más de la mitad de los centros urbanos que dependían de los ríos requerían trasvases entre cuencas.

  • En África, cerca del 85% de las extracciones de agua se destina directamente a la agricultura, sin embargo, esta cifra varía considerablemente de una región a otra:
  • En las regiones áridas, donde el riego desempeña un papel importante en la agricultura, el agua destinada a la agricultura alcanza el nivel más alto de extracción;
  • La región del Norte representa más de la mitad de las extracciones de agua con fines agrícolas del continente;
  • Las regiones húmedas muestran los niveles más bajos de extracciones de agua para la agricultura: 62% en el Golfo de Guinea y 43% en la región Central.
Se estima que los costes relacionados con el paludismo suponen una pérdida anual de 12.000 millones de dólares para el Producto Interior Bruto (PIB) de África; los economistas atribuyen al paludismo el déficit de crecimiento económico anual de hasta 1,3% en algunos países africanos.

El paludismo es la principal causa de mortalidad en menores de 5 años en África (20%) y representa el 10% de la carga total de morbilidad del continente. Esta enfermedad causa la muerte de un niño africano cada 30 segundos.

Se estima que en el mundo existen 246,7 millones de personas infectadas con el parásito Schistosoma que genera la esquistosomiasis o bilharzia. El 80% de las transmisiones de esta enfermedad tiene lugar en África Subsahariana.

En algunas regiones montañosas de África Oriental, las mujeres consumen hasta el 27% de su energía calórica en realizar actividades relacionadas con el abastecimiento de agua.
Se estima que sólo en Sudáfrica, el conjunto de las mujeres camina diariamente, para buscar agua para sus familias, una distancia equivalente a 16 veces el trayecto de ida y vuelta a la luna.

Agua en América

Más de 46% de los recursos hídricos medios internos renovables del mundo se encuentra en el continente americano. Brasil alberga 20% del recurso hídrico mundial en la cuenca del Amazonas, mientras que en Sudamérica están cuatro de los 25 ríos más caudalosos del mundo: Amazonas, Paraná, Orinoco y Magdalena. A esto se agrega la existencia de grandes lagos como el Maracaibo en Venezuela, el Lago Cocibolca en Nicaragua, el Titicaca compartido por Perú y Bolivia, el Poopó en Bolivia, y el Buenos Aires compartido por Chile y Argentina. Con esta riqueza hídrica, la disponibilidad de agua per cápita en América Latina debería ser algo menor a los 3100 m3 por persona al año, superior a la de cualquier otra región de la Tierra.
En América Latina se padecen serios problemas derivados del acceso al agua:

  • 77 millones de habitantes (26 millones en zonas urbanas y 51 millones en zonas rurales) en América Latina y el Caribe carecen de acceso adecuado al agua potable.
  • Más de 130 millones de personas en América Latina (37 millones en regiones urbanas y 66 millones en regiones rurales) carecen de saneamiento en sus hogares. Uno de cada seis latinoamericanos tiene acceso a redes de saneamiento adecuadas.
  • Menos de 14% de las aguas residuales se procesa en plantas de tratamiento. El resto se descarga al ambiente sin tratamiento alguno.

Agua en México 

Nuestro país posee aproximadamente el 0.1% del total de agua dulce disponible a nivel mundial, lo que determina que un porcentaje importante del territorio esté catalogado como zona semidesértica. Esto implica, también, la necesidad de considerar al agua no sólo como un elemento vital, sino como un factor estratégico para el desarrollo global del país.

Para más información, consulta Estadísticas del agua en México, edición 2011



Recursos hídricos en el mundo


Se estima que un 30% de las zonas de regadío del mundo sufre problemas de salinidad, resultando muy costosa su recuperación.

Las malas prácticas de drenaje y riego causan la saturación y salinización de aproximadamente 10% del total de tierras de regadío en el mundo, lo cual reduce su productividad.

Existen grandes extensiones del planeta donde los niveles críticos de salinización del suelo y las aguas subterráneas están presentes o se han desarrollado como resultado de:

  • Un ascenso de la capa freática asociado a la aplicación de métodos de riego ineficaces con aguas superficiales importadas en zonas de deficiente drenaje natural;
  • La salinidad natural procedente del terreno movido como consecuencia del desbroce de la vegetación para el desarrollo de cultivos, lo que implica un incremento de la recarga de los acuíferos subterráneos;
  • La perturbación excesiva de la salinidad natural de las aguas subterráneas debida a la construcción sin control de pozos y al bombeo excesivo.
La sobreexplotación y salinización  de los recursos hídricos en proyectos de riego de gran escala son a menudo resultado de la falta de infraestructuras de drenaje, infraestructuras que no se incluyen en el diseño de ingeniería para que los proyectos resulten económicamente más atractivos. Por lo general, estos problemas están relacionados con el desarrollo del riego a gran escala bajo condiciones de aridez y semiaridez, como el de las cuencas de los ríos Indo (Pakistán), Tigris-Éufrates (Oriente Medio) y Nilo (África Oriental). Pese a que se conocen las soluciones a estos problemas, su aplicación resulta costosa.

Debido al crecimiento de la población y a la creciente preocupación originada por la escasez de agua, varios países, sobre todo en la región de Oriente Medio, están instalando plantas de desalinización para convertir el agua salina (agua del mar, agua salobre o aguas residuales tratadas) en agua dulce.

Actualmente, el mercado mundial de la desalinización representa unos 35 mil millones de dólares al año y esta cifra podría duplicarse en los próximos 15 años.

En 2002 existían cerca de 12 mil 500 plantas de desalinización en 120 países alrededor del mundo. Estas plantas producen unos 14 millones de m³/día de agua dulce, un volumen menor al 1% de consumo total mundial.

Los usuarios más importantes de agua desalinizada del mundo se encuentran en Oriente Medio, principalmente en Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahrein. Estos países utilizan aproximadamente 70% de la capacidad mundial instalada, seguidos por los países de África del Norte, sobre todo Libia y Argelia, que utilizan cerca de 6% de la capacidad mundial instalada.
Entre los países industrializados, Estados Unidos es uno de los usuarios más importantes de agua desalinizada (6,5%); destacando California y ciertas zonas de Florida.

Fuente: Primer Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo "Agua para Todos, Agua para la Vida"

Disminuyen los recursos pesqueros

El agotamiento de los recursos pesqueros en los principales caladeros mundiales se perfila como uno de los problemas más acuciantes que padecen mares y océanos. Los avances tecnológicos, no sólo en los sistemas de detección de los bancos de peces sino también de los barcos factoría que pueden faenar, manipular y almacenar ingentes cantidades de pescado antes de regresar a puerto, han permitido un aumento espectacular de los índices de captura en las últimas décadas. Sin embargo, en los últimos cinco años se ha podido percibir que la pesca se ha reducido en los principales caladeros del mundo. El pescado y los productos alimentarios de origen marino constituyen el 16% de las proteínas animales que se consumen en el planeta. Las repercusiones económicas tanto para los pescadores como para muchos pueblos que tenían como principal fuente de proteínas el pescado son ya estremecedoras, aunque sólo represente un 1% de la economía mundial. Como efecto indirecto, una de las pérdidas más importantes de especies se debe a lo que se denomina la morraja; es decir, el pez que se desestima por falta de interés comercial en una redada. Sin ir más lejos para pescar 1 kg de gamba se destruyen alrededor de 30 kg de pescados diversos que se vierten como residuo. Otra causa indirecta de alteración de los ecosistemas marinos son las famosas redes de deriva en alta mar. Se trata de enormes artes de varios kilómetros de extensión que atrapan fauna marina de forma no selectiva. Para que la pesca sea sostenible se deberá, como mínimo, reducir la captura en los principales caladeros para que se recuperen. Esto supondrá cuantiosas inversiones para reconvertir las flotas y los pescadores que existen en la actualidad. Países como Islandia, Taiwán, Canadá o Estados Unidos han emprendido acciones al respecto.



Agua y montañas...


Los principales ríos del mundo, desde el Río Grande en Sudamérica hasta el Nilo en África, nacen en las montañas. En consecuencia, más de la mitad de los habitantes del planeta dependen del agua de las montañas para cultivar alimentos, producir electricidad, mantener la industria y, lo que es más importante, para beber. Cada día, una de cada 2 personas en el planeta consume agua procedente de las montañas. Mil millones de personas en China, India y Bangladesh, 250 millones en África y toda la población del estado de California, en Estados Unidos, se encuentran entre los 3,000 millones de personas que dependen del flujo constante de agua dulce y potable de las montañas. En las regiones húmedas del planeta, las montañas proporcionan entre 30 y 60% del agua dulce río abajo. En los ambientes semiáridos y áridos, éstas proporcionan entre 70 y 95%.

Parte del agua dulce que procede de las montañas está almacenada en los glaciares. La escorrentía del casquete de hielo de Quelccaya en Perú, por ejemplo, ha sido tradicionalmente una fuente de agua para los habitantes de Lima, Perú. Hoy en día, debido a los efectos del calentamiento global, muchos glaciares se derriten a una velocidad sin precedentes. Durante la última década, la disminución de este casquete ha aumentado de 3 a 30 metros al año, lo que constituye un riesgo para el abastecimiento de agua dulce de 10 millones de personas. Igualmente, al norte de India se estima que unos 500 millones de personas ya son víctimas de la escasez de agua y dependen de los afluentes de los ríos Indo y Ganges que se alimentan del glaciar. Los científicos prevén que, al derretirse los glaciares del Himalaya, estos ríos aumentarán su caudal antes de desaparecer.




Los árboles: rehidratadores de la atmósfera


Las plantas, como todos los seres vivos, necesitan agua para sobrevivir. Dentro de la planta el agua se mueve hacia arriba a través de las raíces y los tallos o troncos, llevando consigo los elementos que necesita para nutrirse. Al llegar a las hojas y flores, se evapora hacia el aire a través de aberturas en la epidermis, en forma de vapor de agua. A este fenómeno se le conoce como transpiración. Debido a la temperatura del aire exterior, el vapor que libera la planta se condensa formando gotas de agua. Cuando esto sucede en los bosques, sobre todo en áreas tropicales, el proceso provoca nubes de lluvia. La transpiración libera el agua una vez que ésta ha sido usada por la planta en su metabolismo. Así, el reino vegetal devuelve al ciclo hidrológico un agua muy pura.  Se estima aproximadamente que una hectárea de hayas adultas transpira de 3000 a 5000 m3 de agua por año. A esto hay que agregar la evaporación del agua de lluvia retenida por las copas de los árboles, que puede representar un 20% del volumen precipitado.


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