miércoles, 28 de marzo de 2018

Así era el futuro hace cincuenta años - Eva Cruz --- Así será el futuro de la humanidad, según el MIT - Javier Barbuzano


Internet y el cambio climático, entre las predicciones más acertadas de la conferencia que en 1968 imaginó 2018

Hace medio siglo, un mes después del asesinato de Martin Luther King y de las sangrientas revueltas que desató, se reunieron en los decadentes salones del hotel Hilton en Manhattan 800 personas, entre ellos algunos de los pensadores más relevantes del momento, para pronosticar el futuro. Y ninguno habló de tensión racial ni de injusticias sociales, tal vez porque no tomó la palabra ninguna persona de raza negra, ni nadie menor de 35 años. Pero ese futuro es exactamente hoy: Towards the Year 2018 fue el libro que recogía las ponencias presentadas en aquella conferencia de tres días organizada en 1968 con motivo del 50º aniversario de la Foreign Policy Association y que esta semana ha recordado la revista The New Yorker.


Ithiel de Sola Pool, fundador del departamento de Ciencia Política del Massachussets Institute of Technology (MIT), especulaba con que los gobiernos controlarían absolutamente la economía de las naciones, incluyendo la tasa de industrialización, el PIB o el desempleo, una idea que a ojos actuales parece encantadoramente ingenua. Pero más llamativos que los tiros al poste son los aciertos. El mismo Sola Pool que se equivocaba sobre la economía dio en la diana en un ámbito que parecía entonces mucho más especulativo. El auge de los ordenadores, decía, permitirá la acumulación de datos personales y la creación de archivos con un enorme poder de manipulación. "En 2018 un investigador sentado ante una consola personal será capaz de cruzar datos de compra (de los registros de las tiendas) con datos de cociente intelectual (de los registros escolares) y empleo (de los registros de la Seguridad Social). Tendrá esa capacidad tecnológica, pero ¿tendrá derecho legal a hacerlo?".

Cinco décadas antes de Facebook y Google, algunos ya predecían no solo el surgimiento de Internet, sino de sus problemas para la privacidad. No sospechaban que fuéramos a entregar nuestros datos (y nuestras opiniones y emociones) tan alegremente.

Los frutos agridulces de la tecnología preocupaban también al meteorólogo Thomas Malone, que se preguntaba si no acabaríamos modificando involuntariamente el clima al aumentar los niveles de dióxido de carbono. Malone ha pasado los últimos 50 años viendo cómo su predicción se hacía realidad; casi los mismos que ha tardado el planeta en tomárselo en serio.

Los invitados estaban divididos entre menores de 35 años y mayores de 35. Entre los jóvenes estaba Michael Zweig, hoy catedrático emérito de la Stony Brook University en Nueva York. En conversación con EL PAÍS, Zweig reflexiona sobre el hecho de que, hoy en día, en una conferencia como aquella sin duda hablarían jóvenes, negros, hispanos y mujeres: ese es un progreso. "Pero ese progreso se ha producido absorbiendo a las minorías en ciertos sectores de las clases dominantes, donde el racismo y el sexismo siguen perjudicando a los recién llegados. Para la clase trabajadora, los profesionales de clase media y los pequeños empresarios las cosas se han puesto peor en lo económico, en lo político y en lo cultural". A pesar de todo, Zweig sigue siendo un activista tan optimista como en 1968: "Si no, la labor sería imposible".

Arthur Waskow, hoy rabino en el progresista Shalom Center de Filadelfia, acudió a la conferencia como joven miembro de la Students for a Democratic Society. En declaraciones a la revista The New Yorker, Waskow recuerda que todas las predicciones que se hicieron, por acertadas o erróneas que fueran, apuntalaban el capitalismo corporativo que sigue dominando el mundo hoy: "Describieron un futuro en el que ellos seguían mandando".

Towards the Year 2018 puede encontrarse en Amazon, de segunda mano, por casi 200 dólares (166 euros). Circula sin despertar interés por las librerías de viejo desde 1970. Es lo que tienen las proyecciones de futuro: muy pronto dicen más sobre el ayer que sobre el mañana.


Madrid 5 ENE 2018 - 21:30 CET EL PAIS



Así será el futuro de la humanidad, según el MIT

Innovadores, científicos, ingenieros y ciudadanos debaten durante doce horas acerca de tecnología y ciencia, así como del futuro de la mente y el cuerpo humanos

Boston 9 DIC 2016 - 19:30 CET EL PAIS
 Aubrey de Grey durante su intervención en la conferencia El Futuro de la Gente. MIT

En una entrevista publicada en 1935, el célebre inventor Nikola Tesla vaticinaba que en el siglo XXI, "los robots tomarán el lugar de la mano de obra esclava de las civilizaciones antiguas […] liberando a la humanidad para perseguir aspiraciones más elevadas”. Si bien Tesla realizó numerosas predicciones de este tipo, unas más acertadas que otras,- no cabe duda que la capacidad de visualizar el futuro y planificar nuestras acciones es una característica que nos define como especie, casi tanto como los pulgares oponibles o el lenguaje.

En todos los paneles predominó una visión optimista y tecnocrática en la que la medicina preventiva, la ingeniería genética y la tecnología de la información serían las grandes protagonistas y principales fuentes de progreso

Siguiendo este espíritu de predicción y planificación, el pasado sábado se celebraba la conferencia titulada The Future of People (el Futuro de la Gente) en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), en Boston (EE UU). Durante casi doce horas de paneles y charlas, más de treinta científicos, ingenieros, inversores, periodistas, sociólogos y emprendedores analizaron las tendencias en sus respectivos campos para imaginar cómo será la humanidad del futuro.

Los distintos paneles se organizaron temáticamente para tratar el futuro del cuerpo y la mente humana, la sociedad y el trabajo. En todos ellos predominó una visión optimista y tecnocrática en la que la medicina preventiva, la ingeniería genética y la tecnología de la información serían las grandes protagonistas y principales fuentes de progreso.

Algunos de los ponentes destacaron por la audacia de sus predicciones. Aubrey de Grey, experto en medicina regenerativa, predijo que en el año 2050 la esperanza de vida se extenderá hasta los 150 años gracias a la medicina preventiva, a la que comparó con el mantenimiento intensivo de un coche clásico. Por su parte Jaron Lanier –a quien se le atribuye la invención y popularización del término realidad virtual- animó a perder el miedo a la inteligencia artificial aduciendo que esta se encuentra muy lejos de poder superar al intelecto humano. El bioquímico Kevin Esvelt aseguró que en poco tiempo la ingeniería genética permitirá erradicar enfermedades que afectan a millones de seres humanos, como la malaria, gracias a la modificación de las especies que las transmiten. Otras predicciones apuntaron a los avances en ingeniería genética para posibilitar la eliminación de enfermedades hereditarias y como elemento clave para la exploración espacial y la colonización de Marte.


El inventor del término "realidad virtual" anima a perder el miedo a la inteligencia artificial, porque se encuentra muy lejos de poder superar al intelecto humano

Sin embargo, tanto los moderadores de los debates como el propio público se mostraron mucho más escépticos y precavidos. Gracias a sus preguntas, tras cada sesión se estableció un debate mucho más anclado en la realidad en el que se abordaron cuestiones controvertidas como el acceso universal a los adelantos en salud y los beneficios de la tecnología, la preocupación por la pérdida de empleos debido a la automatización o los riesgos de la aparición de una nueva eugenesia que lleve en última instancia a violaciones de los derechos humanos.

Este tira y afloja entre el optimismo desbordante y el miedo a lo desconocido estuvo presente desde la charla de apertura por parte del escritor David Brin, quien atribuyó el auge del negacionismo científico entre los ciudadanos más conservadores a la falta de dialogo social. Según Brin, corresponde a los progresistas “dirigirse a sus conciudadanos y hablar amistosamente con ellos utilizando sus mismas referencias culturales para aliviar su miedo a la ciencia”.

Cerrando la brecha generacional

La conferencia fue organizada por estudiantes de la Sloan School of Management (la escuela de negocios de MIT), patrocinada por Openmind y dirigida por Lea Peersman Pujol, una estudiante española de MBA en dicha escuela. Según Peersman, su objetivo al idear este encuentro era dar voz a los jóvenes para que puedan participar y tomar un papel activo a la hora de definir su propio futuro.

Una parte importante del evento quedó en manos de los más jóvenes para que pudieran expresar sus preocupaciones y expectativas

Por este motivo, una parte importante del evento quedó en manos de los más jóvenes para que pudieran expresar sus preocupaciones y expectativas. Un ejemplo fue el denominado Fastforward Challenge, un ejercicio de imaginación en el que se invitó a los participantes a visualizar su vida en cuestión de salud, trabajo, movilidad y energía en el año 2050.

Para cerrar el evento se cedió el escenario a una decena de emprendedores y jóvenes profesionales menores de 35 años quienes presentaron sus proyectos y start-ups en áreas tan diversas como las energías renovables, bioingeniería y el arte. Estos pioneros pusieron de manifiesto durante su intervención que la edad no es una limitación cuando se cuenta con talento y ganas de trabajar en un entorno capaz de estimular el emprendimiento.


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