El responsable de Asuntos Humanitarios reclama fondos para Yemen, Sudán del Sur, Nigeria y Somalia
Naciones Unidas nació en 1945 para asegurar que un desastre como el de la
Segunda Guerra Mundial no volviera a ocurrir. Pero lo que se encuentra hoy por
hoy es que una serie de conflictos envenenados en distintos puntos del plantea
arrojan un balance siniestro. El secretario general adjunto para Asuntos
Humanitarios y Emergencias, Stephen O'Brien, advirtió este viernes de que el
mundo está sufriendo la mayor crisis humanitaria en los más de 70 años de
historia de la institución.
El mismo día que O'Brien decía estas palabras, un informe
de la ONU denunciaba de las decenas de miles de familias que han tenido que
abandonar Yemen por el recrudecimiento de la violencia y otro acusaba a Turquía de "graves
violaciones" en el conflicto kurdo, fruto del cual medio millón de personas también ha huido
de sus hogares. Dos días antes, el secretario general, Antonio Guterres, hacía
una visita de emergencia a Somalia, afectada por una severa sequía que ha
dejado al país en el umbral de la hambruna.
"Nos encontramos en un punto crítico de la historia.
Ya a principios de años estamos enfrentándonos a la mayor crisis humanitaria
desde la creación de las Naciones Unidas. Hay más de 20 millones de personas en
cuatro países que sufren inanición. Sin esfuerzos globales y coordinados,
morirán de hambre", dijo O'Brien ante el Consejo de Seguridad de la ONU,
sobre las misiones en Yemen, Sudán del Sur, Somalia y Kenia.
Dos tercios de la población yemení -casi 19 millones de
personas- necesita asistencia de algún tipo y siete millones está pasando
hambre y no sabe cuándo volverá aprobar bocado, según relató el secretario
general adjunto, que resaltó la velocidad a la que la crisis devasta la
población: en enero, eran tres millones menos los ciudadanos de este país con
esa crisis. Hacen falta 2.100 millones de dólares este año para ayudar a 12
millones de personas y, de momento, solo se ha logrado el 6%.
Yemen es el caso más duro. Pero en Sudán del Sur, más de
7,5 millones necesitan ayuda y 3,4 millones han sido desplazados. En Somalia
son 6,2 millones los que necesitan protección humanitaria y en el noreste de
Nigeria hace falta una inyección de fondos inmediata para evitar una
catástrofe.
En global, "necesitamos 4.400 millones de dólares
para julio y esta cifra es el coste detallado, no una cifra negociable",
dijo O'Brien ante el Consejo de Seguridad, un órgano en el que los grandes
miembros permanentes -Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Reino Unido-
están enfrentados en varios conflictos. El 28 de febrero Rusia y China vetaron una resolución con
sanciones a Siria por el uso de armas químicas, un asunto que, pese a las discrepancias en la crisis
siria, debería ser de consenso.
Las desavenencias entre las grandes potencias no ayudan a
la movilización de recursos, el giro en política exterior y ayuda internacional
que se adivina por parte de la mayor economía del mundo, Estados Unidos, añade
incertidumbre. El secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios fue
tajante este viernes. "Necesitamos que la comunicad internacional y este
Consejo actúen rápidamente en los factores que conducen al hambre" y
provean a estos países del apoyo financiero necesarios "en el tiempo
adecuado".
Foto: Stephen O'Brien, la semana pasada en Sudán del Sur. ALBERT GONZALEZ FARRAN (AFP) / EPV (REUTERS)
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