Tras el acuerdo de París, los climatólogos acuerdan
estudiar con mayor detalle las posibles implicaciones de un calentamiento de
1,5 grados por encima de los niveles preindustriales
Mientras los
líderes de más de 130 países se disponen a firmar el acuerdo sobre el clima
alcanzado en París el pasado mes de diciembre, el Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha decidido
revisar en profundidad cuáles serían las consecuencias para la población y los
ecosistemas de un calentamiento de 1,5 grados centígrados sobre los niveles
preindustriales. "Nos hemos estado centrando en lo que podría ocurrir en
caso de un calentamiento de 4 oC o más", señala Corinne Le
Quéré, directora del Centro Tyndall para la Investigación sobre Cambio
Climático de Norwich y autora de numerosos informes del IPCC. "El impacto
de un calentamiento relativamente modesto ha sido mucho menos estudiado".
En un encuentro
celebrado la semana pasada en Nairobi, la institución acordó elaborar tres
informes durante los próximos años. Uno de ellos se centrará en las
consecuencias de un calentamiento de 1,5 oC, mientras que los
otros dos evaluarán el impacto del cambio climático en el uso de la tierra y en
los ecosistemas terrestres, así como en los océanos, los glaciares y los
casquetes polares.
La última ronda de
informes del IPCC, que concluyó en 2014, contribuyó a generar la sensación de
apremio que planeó sobre la cumbre del clima de París, donde las naciones se
comprometieron a intentar mantener el aumento de las temperaturas
"considerablemente por debajo" de los 2 oC y a
presionar para que el calentamiento se ciña a 1,5 oC. Sin
embargo, parece poco probable que los acuerdos adoptados hasta ahora por los
distintos países redunden en un incremento de las temperaturas sustancialmente
inferior a los 2,7 oC. "Tenemos que comenzar a entender
qué puede significar esa diferencia para la naturaleza y para la
sociedad", apunta Le Quéré.
Las estrategias y
contenidos concretos de los próximos informes del IPCC se decidirán en una
serie de encuentros a lo largo del próximo mes. Según Jan Fuglestvedt,
climatólogo del Centro Internacional de Investigación Climática y Ambiental de
Oslo y vicepresidente del grupo de trabajo del IPCC encargado de estudiar las
bases físicas del cambio climático, el informe sobre un calentamiento de
1,5 oC tendría que delinear escenarios de emisiones capaces de
mantener el aumento de las temperaturas en niveles seguros: "Es
fundamental que los Gobiernos sepan cómo y cuándo tendrán que actuar para
limitar el calentamiento a 1,5 oC", asegura el experto.
Otros, sin embargo,
sostienen que, en lugar de centrarse en soluciones hipotéticas al problema del
clima, como técnicas de geoingeniería para reflejar la luz del sol o sistemas
de captura y almacenamiento de carbono, el informe debería abordar algunas
incertidumbres científicas fundamentales, como el impacto que ejercería un
aumento en la concentración de CO2 sobre las temperaturas o la
influencia del cambio climático en la salud humana. "Los escenarios de
mitigación poco realistas basados en técnicas de geoingeniería aún sin
demostrar son poco útiles", sostiene Le Quéré. "No deberíamos
desaprovechar la oportunidad para entender mejor ámbitos realmente
importantes".
Por Quirin Schiermeyer, Nature 28 de abril de 2016
Este artículo de Nature News se reproduce con permiso. Su versión en
español se publicó primero en Investigación y Ciencia.
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