lunes, 2 de mayo de 2016

Las causas de la deforestación de la Isla de Pascua no fueron solo antropogénica - Investigación y Ciencia

El colapso ecológico y cultural que sufrió la isla fue gradual y no solo atribuible a la presión humana, según un nuevo estudio.

La versión dominante sugiere que la deforestación total y abrupta de la Isla de Pascua hace unos 1000 años se habría debido a una sobreexplotación de los recursos naturales por parte del hombre. Ahora, un artículo publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution aborda la cuestión desde una nueva perspectiva y sugiere que, para explicar los cambios sucedidos en la isla, es necesaria una visión sintética que considere de forma conjunta los aspectos climáticos, ecológicos y culturales, y no solo la sobreexplotación por parte del ser humano.

La enigmática historia ecológica y humana de la Isla de Pascua ha sido objeto de interés científico y popular desde la década de 1900. Rapa Nui (nombre de la isla en el idioma autóctono) es el lugar habitado más remoto de la Tierra y esconde muchos misterios, como nos recuerdan sus emblemáticos moais. Se considera que estas estatuas representan la época de mayor esplendor de la antigua civilización polinésica de Rapa Nui, que tuvo lugar durante los siglos XIII y XV. Sin embargo, casi todas las figuras han tenido que ser reconstruidas, ya que la mayoría se encontraban tumbadas o parcialmente destruidas. Esto se atribuye a guerras y conflictos internos a partir del siglo XVI, lo cual se interpreta como signo de crisis social debida a la escasez de alimentos y demás recursos naturales.

Según la teoría más popularizada, un panorama de sobreexplotación de la naturaleza llevado al límite por los polinesios, muchas veces definido como ecocidio,  habría dejado a los habitantes de la isla al borde de la extinción.

Otra hipótesis más plausible, y menos conocida, es la que defienden los arqueólogos Terry Hunt y Carl Lipo. Su argumentación se basa en que los polinesios habrían llegado a la isla hacia el año 1200 y la deforestación se habría completado unos 600 años más tarde, como consecuencia de la proliferación de la rata polinesia (Rattus exulans), insaciable consumidora de los frutos de la palmera que dominaba los bosques de Rapa Nui. El colapso cultural de la civilización rapanui habría ocurrido, según ellos, a partir del siglo XVIII, y no habría sido consecuencia de un ecocidio, sino más bien de un genocidio fruto del contacto con los europeos.

Estos habrían traído enfermedades desconocidas a la isla e introducido la trata de esclavos, lo que habría perjudicado en gran medida a la población autóctona. Los primeros europeos en llegar a Rapa Nui fueron holandeses, capitaneados por Jacob Roggebeen, el día de Pascua del año 1722, por lo que llamaron a la isla Paasch Eyland (Isla de Pascua).

El artículo reciente subraya que, hasta la fecha, las hipótesis sobre el colapso ecológico y cultural se basaban en análisis de polen de registros lacustres incompletos en los cuales se observaba la sustitución súbita de bosques de palmeras por praderas de gramíneas unos siglos antes de la llegada de los europeos en 1722. 

A través de sus nuevas investigaciones, los científicos han logrado reconstruir lo ocurrido durante los últimos 3000 años sin interrupciones en la línea temporal. De esta manera han podido constatar que la deforestación no fue súbita, sino gradual, y que no ocurrió en toda la isla al mismo tiempo. Además, las nuevas evidencias encontradas permiten constatar que en esa época también se produjeron cambios climáticos relevantes en forma de sequías pronunciadas que podrían haber desempeñado un papel importante en la deforestación y en la sociedad insular.

Según Valentí Rull, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC) y autor principal del estudio, todos estos hallazgos recientes cuestionan las hipótesis tradicionales sobre la historia de la Isla de Pascua, en particular, la existencia de un colapso ecológico y cultural súbito provocado por la sociedad ancestral de la isla. "Todavía nos queda mucho por investigar pero, gracias a las nuevas pruebas, parece ser que una larga y gradual sucesión de cambios climáticos, ecológicos y culturales interrelacionados habrían conducido a la situación actual".


Por Investigación y Ciencia | 19 de abril de 2016

Este artículo se reproduce con permiso y se publicó primero en Investigación y Ciencia


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