lunes, 2 de mayo de 2016

La Tierra se está inclinando debido al cambio climático - Shannon Hall



El deshielo y el cambio en los patrones de lluvia están provocando la deriva de los polos norte y sur.

El polo norte está en fuga. A pesar de que puede desplazarse hasta 10 metros durante un siglo —y a veces volver a su lugar de origen—, recientemente ha dado un giro brusco hacia el este. Si bien el cambio climático es el responsable más probable, los científicos están debatiendo cuánto afecta el deshielo o el cambio en los patrones de lluvia en el espíritu del polo viajero.


Los polos geográficos —los extremos norte y sur del eje en torno al cual gira la Tierra— oscilan a lo largo del tiempo debido a pequeñas variaciones en la atracción de la Luna y el Sol y, potencialmente, al movimiento del núcleo y el manto de la Tierra. Pero los cambios en la superficie del planeta también pueden alterar los polos. Se bambolean cada temporada al cambiar la distribución de la nieve y la lluvia, y también a lo largo de largos períodos. Hace unos 10.000 años, por ejemplo, la Tierra se despertó de un congelador y se derritieron las capas de hielo que tapizaban lo que hoy es Canadá. A medida que la masa de hielo escapaba, y la corteza deprimida emergía, la distribución de la masa del planeta cambió y el polo norte comenzó a desplazarse hacia el oeste. Este patrón se puede ver claramente en los datos de 1899 en adelante. Sin embargo, un reciente zig-zag en la trayectoria del polo norte (y el movimiento opuesto en el polo sur) sugiere que un nuevo cambio está en marcha.

Alrededor del año 2000, el polo dio un giro hacia el este; dejó de ir a la deriva hacia la Bahía de Hudson, Canadá, y comenzó a ir a lo largo del meridiano de Greenwich, en dirección a Londres. En 2013, Jianli Chen, geofísico de la Universidad de Texas en Austin, fue el primero en atribuir el cambio repentino al derretimiento acelerado de la capa de hielo de Groenlandia. El resultado sorprendió a su equipo. “Si está perdiendo suficiente masa como para cambiar la orientación de la Tierra, eso es una gran cantidad de masa”, dice John Ries, colega de Chen en la Universidad de Texas. El equipo encontró que la reciente pérdida acelerada de hielo y el aumento del nivel del mar asociado representaron más de 90 por ciento del último cambio polar. Por supuesto que eso incluye pérdida de hielo en todo el mundo, pero “Groenlandia es la parte del león de la pérdida de masa”, dice Ries. “Eso es lo que está causando que el polo cambie su naturaleza”.

¿Un cambio tan dramático podría ser tan simple? En un nuevo estudio publicado enScience Advances, Surendra Adhikari y Erik Ivins, dos geofísicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, creen que otro mecanismo podría estar en juego: los cambios en la cantidad de agua contenida en los continentes. Como el equipo de Chen, Adhikari e Ivins compararon los datos recolectados por el satélite delExperimento de Recuperación Gravitatoria y Clima (GRACE, por sus siglas en inglés) de la NASA, que mide los cambios en el campo gravitacional de la Tierra, con las medidas del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) del polo norte y sur. Pero Adhikari e Ivins tienen un par de años de datos adicionales. Ellos también incorporaron características de pequeña escala dentro del conjunto de datos de GRACE que están más directamente relacionadas con el almacenamiento de agua terrestre.

Aunque la causa predominante del desplazamiento de los polos todavía resulta ser Groenlandia, un reciente período de sequía que ha invadido Eurasia también está impulsando el movimiento del polo hacia el este, dice Ivins. Con menos lluvia en un continente a lo largo del tiempo, comienza a desprender algo de masa y Adhikari e Ivins piensan que el cambio repentino podría ser el último de una serie de alteraciones en la deriva que ocurren cada década y que no se ha podido explicar. Eurasia, que era bastante exuberante hace 10 años, no es el único continente que experimenta una sequía. “Creemos que esto está sucediendo todo el tiempo”, dice Ivins. “Es un fenómeno natural que caracteriza todas las series temporales de rotación de la Tierra desde 1899”.

Los datos no indican si los recientes cambios climáticos son causados por el ser humano, pero personalmente Chen cree que el cambio drástico en el polo tiene que ser el resultado de las actividades humanas. Mientras tanto, Ivins piensa que va a ser capaz de extraer datos del cambio climático antropogénico de los datos generales en otros seis meses aproximadamente. Dado que el movimiento polar y la variabilidad climática parecen estar estrechamente relacionados, los científicos pueden observar los registros históricos del movimiento del polo (que se remontan a mucho antes de la llegada de GPS y el satélite GRACE) e identificar los cambios en el clima de la Tierra. Si esos cambios son menos dramáticos de los que vemos hoy, dice Ivins, entonces los científicos podrían decir que el calentamiento global tiene una influencia controladora sobre los polos de la Tierra.

Shannon Hall | 13 de abril de 2016 Investigación y Ciencia

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