miércoles, 3 de agosto de 2016

La Tierra, más verde hoy que hace tres décadas - Ranga B. Myneni


La cantidad de hojas ha aumentado en el conjunto del planeta como consecuencia del efecto fertilizante del dióxido de carbono.

Cambio de la superficie foliar de 1982 a 2015 (en porcentaje). Las tonalidades más verdes representan el mayor aumento de la cantidad de hojas; las rojas y lilas, una mayor disminución. 



Ecosistemas amenazados y posibles soluciones El cambio climático constituye uno de los principales retos ambientales a los que se enfrenta hoy la humanidad. ¿Cómo está repercutiendo en la biosfera, el conjunto de los organismos que habitamos la Tierra? ¿Cómo podemos mitigar sus efectos negativos? Descubre en este monográfico la diversidad y complejidad de las cuestiones ecológicas que suscita el cambio climático, así como las distintas respuestas que estas nos exigen.
La Tierra se ha vuelto más verde en los últimos 33 años. Esta es la principal conclusión de un estudio internacional, que ha detectado un ascenso significativo de la biomasa verde —las hojas—, en el 40 por ciento de las regiones del planeta desde 1982 a 2015, mientras que solo en un 4 por ciento se ha apreciado una pérdida significativa de vegetación.
La investigación se ha realizado a partir de la comparación de imágenes de satélite en el período indicado, lo que ha permitido captar un aumento de la superficie foliar terrestre. En concreto, desde 1982 nuestro planeta se ha enverdecido en unos 36 millones de kilómetros cuadrados. Todo parece indicar que tal fenómeno se ha producido sobre todo como resultado del efecto fertilizante que ejerce el dióxido de carbono (CO2) atmosférico sobre las plantas.
«Con este estudio, hemos podido atribuir el enverdecimiento del planeta al aumento de los niveles de CO2 atmosférico provocado por el consumo de combustibles fósiles», asegura Peñuelas, investigador del CSIC en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). Al haber más dióxido de carbono, las plantas lo han aprovechado para generar más hojas a través de la fotosíntesis. Gracias a ello, el incremento de la concentración de este gas de efecto invernadero se ha visto frenado.
Este aumento de la superficie verde «podría cambiar los ciclos del agua y del carbono a escala global», añade Peñuelas. Otros trabajos ya habían identificado antes la creciente capacidad de las plantas para almacenar carbono desde 1980, lo que concuerda con la idea de enverdecimiento planetario que defiende el presente estudio.
Las emisiones de CO2 siguen siendo un problema
Sin embargo, ello no significa que el aumento de CO2atmosférico resulte positivo para el clima. A pesar de la mayor cantidad de hojas, «el cambio climático, el aumento de la temperatura global, el ascenso del nivel del mar, el deshielo o las tormentas tropicales cada vez más intensas son un hecho», asevera Peñuelas. Además, añade que «el efecto fertilizante del dióxido de carbono cada vez es menor a medida que las plantas van aclimatándose a este aumento o echan de menos otros recursos necesarios para su crecimiento, como el agua o los nutrientes, sobre todo el fósforo».
Esta fertilización por parte del CO2 es el principal motivo (en un 70 por ciento) por el que la Tierra se está enverdeciendo. Pero el estudio, además, identifica el cambio climático (en un 8 por ciento), el nitrógeno atmosférico (en un 9 por ciento) y los cambios de usos del suelo (en un 4 por ciento) como otras razones de peso que habrá seguir para ver cómo evoluciona la vegetación a escala planetaria.
[Ranga B. Myneni, Universidad de Boston]
Nature Climate Change

Más información en Nature Climate Change
Fuente: CREAF

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