Un iceberg de un
billón de toneladas (millón de millones), 5.800 kilómetros cuadrados
de superficie y 170 metros de espesor promedio, se desprendió el martes
11 de Julio 2017 en la Antártida.
Se encuentra a la
deriva en el mar de Weddell, en la misma latitud que el extremo de Sur América.
Se le ha asignado temporalmente como nombre A68.
La enorme fisura que
originó este nuevo iceberg creció rápidamente desde el 2014 en el estante de
hielo conocido como Larsen C. Solo desde el 25 hasta el 31 de Mayo 2017 creció
17 kilómetros. "Ahora vemos un gran iceberg, pero es probable
que se rompa en pedazos a medida que pase el tiempo", Adrian
Luckman, líder del proyecto MIDAS, que monitorea la región.
Según la Agencia
Espacial Europea (ESA), se trata de uno de los mayores icebergs
que se han desprendido de la masa de hielo antártica desde que comenzaran los
registros satelitales a comienzos de los 90. Es particularmente importante pues
podría "plantear una amenaza al transporte marítimo".
El desprendimiento de
este iceberg forma parte de la reducción de los estantes de hielo en la
región debido al calentamiento global. En la actualidad se monitorea con
particular atención el resto del estante de hielo Larsen C, de donde se
desprendió este iceberg, para hacerle seguimiento a su desintegración.
El Comité de
Ciencia y Tecnología del Congreso Norteamericano celebró una sesión
sobre las implicaciones para la seguridad nacional de ese país. La representante
demócrata Colleen Hanabusa de Hawaii solicitó la opinión de especialistas sobre
posibles impactos para su estado y comunidades costeras.
La pérdida del Larsen
C no implica una elevación significativa en el nivel del mar pues es un estante
de hielo que ya se encuentra sobre el agua. Lo preocupante es que los estantes
de hielo sirven como cuñas para evitar que masas de hielo continental se
desplazen hacia el mar. Igualmente preocupante es un posible efecto similar
sobre el glaciar Thwaites, en la Antartida Occidental, cuya pérdida
podría elevar el nivel del mar mas de 3 metros.
El aumento de la
temperatura del océano circundante ha venido derritiendo el estante de hielo
Larsen C por debajo, unos 28 centímetros por año durante los últimos 15
años. Asi concluye un estudio publicado por Paul Holland, especialista
del British Antarctic Survey, en la revista The Cryosphere en
Mayo 2015.
“Hay suficiente
hielo en la Antartica que, de derretirse, elevaría el nivel del mar al menos 60
metros” - Martin Siegert, profesor de geociencias del Imperial College
London y co-director del Grantham Institute for Climate Change &
Environment. La Antártida contiene el 60% del agua fresca del planeta.
Julio César Centeno
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