El acuerdo trata de limitar el
aumento de temperatura y crear un sistema de financiación de 100.000 millones de
dólares al año
El texto
final del acuerdo de París, que ha sido ratificado por los 195
países reunidos en la capital francesa, tiene como objetivo principal
conseguir que el aumento de la temperatura media del planeta a final de siglo
por el cambio climático se quede "muy por debajo" de los dos grados
con respecto a los niveles preindustriales. También se apunta a que se deben
hacer esfuerzos para que "no supere los 1,5". Se busca además
aumentar la capacidad de los países de adaptarse al cambio climático, siempre
teniendo en cuenta la "seguridad alimentaria". Por último, se aboga
por conseguir que los "flujos financieros" caminen hacia una economía
baja en emisiones de gases de efecto invernadero.
Metas
Para lograr el objetivo de que el aumento
de la temperatura media a finales de siglo se quede entre los 1,5 y 2 grados se
establece que todos los países deberán alcanzar un techo en sus emisiones de
gases de efecto invernadero "lo antes posible". Los países desarrollados
deberán hacerlo los primeros. Los que no lo son tendrán más tiempo, aunque no
se fija un año concreto. De lo que sí se habla es que, en la segunda mitad de
este siglo, se deberá llegar a un "equilibrio" entre las emisiones y
la capacidad de absorber esos gases, principalmente el dióxido de carbono. Este
último punto abre la puerta de forma clara a los mecanismos de secuestro y
almacenamiento de carbono, una vía que defienden los países petroleros para no
cortar ya con los combustibles fósiles.
Mitigación
El principal instrumento sobre el que se
construye el acuerdo son las llamadas "contribuciones" nacionales. De
momento, 186 de los 195 países que negocian ya han presentado planes de
reducción de sus emisiones. Cuando se analizan en conjunto, estos programas de
reducción de emisiones dan como resultado un incremento de la temperatura a
final de siglo de cerca de tres grados. Por eso, el acuerdo establece que las
contribuciones se revisarán cada cinco años al alza. El primer análisis se
realizará en 2018 y la primera actualización al alza en 2020, cuando entraría
en vigor el acuerdo de París. A los países desarrollados se les exige que
reduzcan sus emisiones en sus contribuciones nacionales. A los que no lo son,
se les insta a que las limiten o las reduzcan en función de sus capacidades.
Otro de los instrumentos clave del acuerdo
es la creación de inventarios para poder hacer un buen seguimiento de los
programas nacionales de reducción. Se perfilan tres categorías: los
desarrollados, que deberán dar completa información, los emergentes, que
tendrán una menor exigencia, y los más pobres, que tendrán el nivel mínimo de
obligaciones.
Vinculación
El ministro de Exteriores de Francia,
Laurent Fabius, ha remachado que el acuerdo será vinculante. Lo que no serán legalmente
vinculante son los objetivos de reducción de emisiones de cada país. Este punto
se ha tenido que incluir para evitar que Estados Unidos, el segundo mayor
emisor mundial, no se quede fuera del pacto, ya que tendría problemas para
ratificarlo en su país si se le imponen desde fuera metas concretas de
reducción de emisiones.
Sin embargo, en el texto propuesto por
Francia se señala que cada país firmante "deberá preparar, comunicar
y mantener las contribuciones nacionales". Y "deberá"
poner en marcha "medidas domésticas" de mitigación para cumplir con
los objetivos nacionales que se haya fijado en su contribución.
Financiación
Para que los países con menos recursos
puedan adaptarse a los efectos del cambio climático y para que puedan reducir
también sus emisiones se establece la obligación de que exista ayuda
internacional. Los países desarrollados son los que deben movilizar los fondos.
Otros Estados podrán aportar también, pero de forma "voluntaria". El
compromiso es lograr hasta 2025 que se movilicen 100.000 millones de dólares
anuales, aunque se fija una revisión al alza para antes de ese año. El texto
presentado consta de dos partes, el acuerdo y la decisión. La cifra de 100.000
millones se recoge en la decisión, que se puede revisar cada año.
Además, en el documento se incluye la
creación de un organismo internacional nuevo dedicado a las "pérdidas y
daños"; es decir, para compensar a los Estados que se verán más afectados
por las consecuencias del cambio climático. El desarrollo de este nuevo órgano
quedará para más adelante. Por último, el acuerdo también incluye la creación
de mecanismos de mercado de emisiones de gases de efecto invernadero.
foto: Protesta en París a favor de limitar el aumento de temperatura a 1,5 ºC / CHESNOT (GETTY IMAGES) (ATLAS)
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