Estudios del año 2005
indicaban que el nivel de agua del río El Valle estaba en su límite y ahora,
con la construcción de nuevos canales en la autopista Valle-Coche el riesgo de
inundación aumenta; el sector más vulnerable es el barrio de Los Chaguaramos
Las columnas
de soporte de la ampliación de la Autopista Valle-Coche, a la altura de Los
Chaguaramos, se han convertido en una obstrucción a la circulación
natural del río El Valle en su tramo más estrecho.
El proyecto
vial, a cargo del Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas, ha
contemplado la construcción de unas 27 pilas para el apoyo de
los puentes paralelos al distribuidor El Pulpo, que contendrán un canal extra
en cada sentido y que conectaran la obra de extensión con la autopista
Francisco Fajardo.
Los pilotes
de concreto armado miden 1,30 metros de diámetro y están espaciados cada 15
metros a lo largo sobre el río El Valle, que desemboca en el río Guaire.
Esta
construcción constituye el trayecto final de la solución vial, denominada así
por el Ministerio, y que se extiende por 3,5 kilómetros, desde el
distribuidor La Bandera hasta el distribuidor El Pulpo. La obra inició el 8
de marzo y fue anunciada para ser entregada en el mes noviembre, en el marco de
un plan de vialidad que contempla 14 trabajos similares.
Los
especialistas en ingeniería hidráulica y riesgos ambientales manifiestan
preocupación ante las consecuencias de inundación por posibles crecidas del
río. Como ya ocurrió tras las fuertes precipitaciones del 25 de
agosto que ocasionaron el desbordamiento del río en la autopista
Valle-Coche.
José Luis
López, profesor e
investigador del Instituto de Mecánica de Fluidos de la UCV, afirma que la obra
es contraproducente. Explica que se aumentará la resistencia al flujo del río y
el agua subirá sobre sus niveles normales, produciéndose un remanso con riesgo
alto a desbordamiento.
“En el año
2005 realizamos unos estudios en los cauces de las quebradas de Caracas, el río
Guaire y en el río El Valle, con ellos elaboramos unos mapas de amenaza que
definen la mancha de inundación, y en el río El Valle los niveles de
agua estaban en el límite”, asegura López.
El proyecto, a cargo del
ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas, comienza en el
Distribuidor La Bandera y culmina con el puente de conexión del distribuidor El
Pulpo.
La
acumulación de sedimentos y desperdicios en esta zona del río son otro peligro
que aumenta con la colocación de las pilas. Estas retenciones producen unas
islas que obstruyen el flujo normal, fenómeno que se observa de forma
recurrente en el río Guaire.
Jesús Delgado, geólogo y asesor en
riesgo, afirma que lo normal es que las columnas que se construyen sobre los
ríos atraviesen trasversalmente el cauce y no montándose paralelas a él, dentro
del río ni donde este es más estrecho.
Estudios de Impacto ambiental
Para evitar
consecuencias negativas la compañía constructora debe realizar una evaluación
de impacto ambiental. Así lo estipula la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en su Artículo 129 sobre los derechos
ambientales, que establece que todas las actividades susceptibles de
generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios
de impacto ambiental y socio cultural.
También,
la Ley Penal del Ambiente, en su Capítulo V sobre la Degradación,
Alteración, Deterioro y Demás Acciones Capaces de Causar Daños a las Aguas,
contempla que la obstrucción del flujo o el lecho natural de los ríos debe
seguir las normas técnicas vigentes y tener la autorización correspondiente, a
cargo del actual Ministerio de Ecosocialismo y Aguas.
Pero este
estudio no se conoce, a pesar de que esta información debería ser pública para
todo aquel que se considere afectado por las obras. Los expertos comparten la
preocupación ante la falta de este análisis, y aunque aseguran estar de acuerdo
con la necesidad vial de las obras conocen el riesgo inminente de
desbordamiento.
“La Sociedad
Venezolana de Ingeniería Hidráulica solicitó el estudio de impacto
ambiental al Ministerio de Ecosocialismo y Aguas para la obra de ampliación de
la autopista Valle-Coche, pero me dijeron que aún no lo habían recibido”,
manifiestaJosé Miguel Divasson, Presidente de la Sociedad de Ingenieros
Hidráulicos de Venezuela.
La fecha de
esta solicitud coincidió con la inundación de la Valle-Coche en agosto,
producto de las fuertes precipitaciones que colapsaron el río El Valle. Para
ese momento no existían las columnas a la altura de Los
Chaguaramos.
Desde el
gremio de la ingeniería hidráulica explican que el primer procedimiento que
debe realizarse es el análisis del flujo y las características que hay en
momentos de tormentas, siendo “evidente” que la solución vial propuesta influye
en el comportamiento del agua.
“Requiere que
se hagan ensayos de modelos físicos combinados con estudios
complejos de modelos numéricos y matemáticos, para analizar y ver cómo se
comportará el río y tomar medidas pertinentes, como incrementar y aumentar el
margen del cauce”, propone José Luis López.
El Departamento de
Transporte de la UCV está siendo afectado directamente por la colación de
pilares en los trabajos de ampliación
Los
más vulnerables
La
dependencia de transporte y el Instituto de Previsión del Profesorado de la
Universidad Central de Venezuela se encuentran al borde de la nueva
construcción. Sin previo aviso, pero con una autorización del
viceministerio de Infraestructura y Vialidad, las grúas y los trabajadores
llegaron a la zona para bloquear el paso de la calle ‘La Peta’ e instalar
los pilares de la autopista.
Jesús Delgado, experto en riesgo, indica
que si ocurre un accidente vial indeseado donde un carro pueda caerse
terminaría en una tragedia. “Crearon una complicación adicional porque al
quedar trancado en una columna un carro podría generar una represa inmediata
del río”.
El geólogo
también explica que se debe trabajar en medidas de contención para el
barrio Los Chaguaramos, que está debajo del Puente Las Tres Gracias y
los edificios del otro lado de la vía, paralelos al río.
“En el caso
del barrio, donde las ventanas dan al río, posiblemente deberán
desalojarlos y trasladarlos, porque en una crecida sorpresa puede haber un
problema. Para ello tienen que hacer una campaña de consciencia y explicar que
es una nueva situación que trasformará a la comunidad”, asegura.
Este sector
conocido como “El Hueco”, donde está el barrio Los Chaguaramos, quedará
“bajo tierra”, tapado bajo la nueva pista (canal adicional) de
la autopista, una vez que coloquen la placa de concreto sobre las columnas que
están levantando en el cauce. Perderán la luz natural de sus viviendas y los
colocará en una mayor vulnerabilidad, advierte Delgado.
En 2011 las fuertes lluvias
aumentaron el caudal del río y los habitantes del barrio Los Chaguaramos
debieron desalojar sus viviendas. Foto: Venancio Alcázares / El Universal
Seguridad
del río en amenaza
El río Valle
fue canalizado en la década de 1950, con un cálculo hidrológico para soportar la
cuenca de ese momento. A lo largo de los años la construcción de las edificaciones
en El valle y, más recientemente, los agrandes edificios en Ciudad Tiuna han
modificado la entrada de agua, haciendo que el río no se comporte igual.
Los nuevos
afluentes de la zona, ahora tapada con cemento y asfalto, conducían sus aguas
al área arbolada, que fue deforestada para las labores viales.
Todas
las aguas servidas de estos sectores deben estar en un
colector marginal del río Valle. Estos tubos paralelos recogen las aguas negras
y evitan que la carga termine en el río. Pero los especialistas tampoco tienen
garantías de que estos trabajos impidan que se tapen las calles y el agua no
aumente el caudal.
Otra de las
inquietudes que alertaban a los vecinos de la zona es que el río fuese
a socavar las columnas y los canales de la ampliación se hundiesen con
el paso del tiempo. Pero los empleados de la construcción aseguran que esta
preocupación es infundada.
Edison, uno
de los obreros que trabaja en la instalación de las pilas paralelas al puente
de Las Tres Gracias, asegura que el trabajo que realizan es de calidad y
que se extenderá durante unos meses más.
Ante la
posibilidad de que el agua gaste la base y disminuya el tiempo útil de la
ampliación explica que “las columnas dentro del río tienen unos 20
metros de profundidad, así que están bien seguras y el río no las va
afectar”.
El río Guaire
y El Valle se unen en Bello Monte en una placa de concreto que ya se ha
quebrado varias veces por la fuerza del río. Los expertos explican que este
comportamiento significa que el concreto armado no es lo
suficientemente fuerte para soportar a un río caudaloso y las nuevas
construcciones podrían hacer ceder más fácilmente esta unión.
Sin vegetación no hay
absorción del agua superficial y el caudal del río El Valle recibe más flujo
directo. Foto: Manuel Alegría
Menos
árboles, más riesgo
Las columnas
en el cauce del río no han sido la primera crítica pública que ha enfrentado el
proyecto del Ministerio de Transporte. En el mes de mayo la tala de más de 300 árboles encendió las
alarmas de los ambientalistas.
De acuerdo a
Jesús Delgado, al cortar los árboles se desprotegió a las comunidades
de Santa Mónica, Los Chaguaramos y Valle Abajo del ruido que genera la
autopista. “Ya los vecinos se están quejando porque los árboles, además de la
protección ambiental que generan, son un amortiguador y disipador del ruido”.
Además, el
corredor natural servía para la absorción de aguas superficiales en
la zona. Su desaparición genera un mayor flujo de agua que llega al caudal, el
cual no está diseñado para conducir tanta abundancia.
“Si se
produce una represa artificial, como se hizo para la construcción de los
puentes frente a La Bandera, el agua puede salirse en Los Próceres y
volver a suceder que llegue a una estación de metro, porque estas se encuentran
al nivel del río”, explica Delgado.
El impacto
ecológico también podría afectar a las aves; las garzas que volaban de Los
Próceres al parque Francisco de Miranda (antiguo Parque del Este) usaban los
árboles como guía y control.
Si quieres contactar al
autor de esta historia, escribe a:monicaduarte@larazon.net
La Razón, Oct 8, 2015
Foto 01: Luis C. Silva / Facebook
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